Definitivamente, 2020 fue un mal año para el transporte público en España. Las restricciones de movilidad y de actividad junto con el temor al contagio del coronavirus provocó que el número de usuarios del transporte público bajara en 2020 un 46,7 %, lo que significa 2.300 millones de viajes menos. Esta fuga de pasajeros y el manimiento del servicio ha dejado un agujero económico en las empresas operadoras de transporte público.
Según las cifras del transporte de viajeros del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2019 se habían registrado 5.025 millones de viajes en alguno de los modos de transporte público, cifra que en 2020 ha quedado en 2.692 millones. Tras la normalidad de los meses de enero y febrero, en marzo, con el decreto de estado de alarma de mitad de mes, los viajes en transporte público cayeron un 53 %, pero en abril y mayo -con España prácticamente cerrada- los descensos se elevan al 91,4 % y 84,2 % respectivamente.
El levantamiento de las limitaciones de movimientos en junio mejoró algo las cosas respecto a los dos meses anteriores, pero la actividad siguió limitada y los viajes en transporte público bajaron el 63,5 %. A partir de ahí, y hasta final de año, las caídas se sitúan en tasas entre el 40 y el 50 %. Diciembre ha sido el mes que menos recorte ha registrado desde el inicio de la pandemia (40,8 %).
Caídas por medio de transporte
El mayor recorte se dio en los desplazamientos en avión, un 60,5 % sobre el cierre de 2019, como consecuencia de las fuertes restricciones en los vuelos. Esta estadística solo mide vuelos nacionales (peninsulares, con las islas e interinsulares). Pero se resintieron todos los modos de transporte: el marítimo bajó un 52,1 %; el ferrocarril lo hizo en un 47,4 %, aunque se eleva al 66 % en el caso del AVE, y el autobús descendió el 45,5 %.
La caída en los movimientos es una constante tanto en los urbanos, que cayeron el 45,8 % -el autobús lo hizo en un 44,8 % y el metro en un 47,3 %-, como en los interurbanos, con un descenso del 46,9 %. La larga distancia sufrió más los efectos de las limitaciones, con caídas del 61 % en autobús y del 65,6 % en tren (sube hasta el 66 % en el AVE) y en cercanías los recortes estuvieron en torno al 45 % tanto en tren como en bus. Al tiempo, el transporte especial y discrecional descendió un 51,6 % durante el año 2020, de forma más acusada en el segundo, que bajó el 75,2 %. El especial lo hizo en un 35,8 %.
Los datos del mes de diciembre reflejan que el uso del transporte público siguió cayendo respecto al mes de noviembre, en un 1,3 %, pero el recorte anual (40,8 %) es el más bajo desde que empezaron los cierres en marzo. En el último mes del año más de 241,2 millones de pasajeros utilizaron el transporte público, un 40,8 % menos que en el mismo mes del año 2019. El urbano bajó el 41,2 % en tasa anual (hasta 150,7 millones de pasajeros) y el interurbano un 43,1 % (65 millones de viajeros). También en las cifras mensuales el transporte aéreo es el más castigado, con un descenso del 66,1 %. Le siguen el marítimo (55,8 %), el tren (44,8 %) y el autobús (40 %).
Descensos por ciudades
El transporte por metro bajó el 45,2 % en tasa anual, con el mayor descenso en el metro de Sevilla, del 60,4 %, y el menor, en el de Barcelona, del 43,8 %. El transporte urbano por autobús disminuyó un 38,2 % en diciembre respecto al mismo mes de 2019, con caídas generalizadas en todas las comunidades autónomas: el mayor descenso se dio en Murcia (52,9 %) y el menor, en Canarias (29,4 %).
Los servicios de cercanías se redujeron un 37,6 % en autobús y un 42,4 % en tren, y la larga distancia disminuyó un 73,7 % en el transporte por autobús y un 72,5 % en el ferrocarril, tasa que sube al 73,5 % en el caso del AVE. Más de 25,4 millones de usuarios utilizaron transporte especial y discrecional en diciembre, lo que supone un descenso del 30,9 % en tasa anual, pero con evoluciones muy dispares: el discrecional bajó el 80 % y el especial un 3,9 %.
La patronal Confebus afirma que las empresas de transporte de viajeros han perdido 4.000 millones de euros en 2020 y prevé que en el primer semestre de este año sumen otros 2.400 millones, además de que están en riesgo 30.000 empleos y un tercio de las empresas del sector.
Para garantizar la supervivencia de muchas de las empresas piden al Gobierno nuevas fórmulas de financiación, un fondo para que las administraciones puedan compensar el déficit generado por los servicios de transporte en autobús en 2021 y programas de ayudas directas. Demandan también acelerar los planes de vacunación para llegar al verano con el 70 % de la población inmunizada.
