La fuga de 178 empleados de Tesla a Rivian ha puesto en alerta a la marca de Elon Musk. Tesla ha optado por denunciar a su rival en el mercado de las 'pick up' y otros vehíulos eléctricos por un supuesto espionaje industrial. La demanda es un episodio más en el disputado mercado en auge de la nueva movilidad electrificada, conectada y autónoma, en el que todas las empresas intentan proteger sus valiosos secretos.
En realidad, la denuncia no solo es contra Rivian, sino que de forma indirecta también es contra Ford y Amazon, que han invertido en la nueva empresa emergente para beneficiarse de su tecnología o para disponer de una megaflota de 100.000 furgonetas eléctricas para el reparto a domicilio de paquetes del comercio electrónico.
Según la demanda presentada por Tesla, Rivian "está animando de forma consciente la apropiación inapropiada de los secretos comerciales de Tesla, información confidencial y registrada por parte de empleados de Tesla que Rivian contrata". Tesla añadió que ha "descubierto" en los últimos días "el patrón" de empleados que están dejando la compañía para irse a trabajar para Rivian "robando de forma clandestina" secretos del fabricante de automóviles fundado por Elon Musk. Según la empresa de Musk, 178 antiguos empleados de Tesla forman ahora parte de Rivian, que emplea un total de unas 2.300 personas.
Desmentido de Rivian
Las acusaciones de Tesla fueron rechazada por Rivian. Un portavoz de la compañía declaró a la cadena de televisión estadounidense CNBC que "las alegaciones de la demanda no tienen fundamento y son contrarias a la cultura de Rivian".
Tesla ha presentado demandas similares contra otras compañías emergentes del sector, como Zoox, que acaba de ser adquirida por Amazon, y Aurora, centradas en el desarrollo de plataformas para la conducción autónoma. Las demandas y acusaciones de robo de secretos han plagado el sector emergente de vehículos eléctricos y automóviles autónomos en los últimos años.
El caso más conocido es la demanda que Waymo, la unidad de Google que está desarrollando vehículos autónomos, presentó contra Uber por el robo de documentos. Waymo acusó a un antiguo empleado suyo, el ingeniero Anthony Levandowsk, de proporcionar a Uber con secretos tecnológicos cuando dejo la compañía. En 2017, un juez ordenó a Uber la devolución de los documentos proporcionados por Levandowsk aunque permitió que siguiese con el desarrollo de su tecnología de vehículos sin conductor.