Los smartcars desplegaron toda su capacidad de seducción en el reciente Mobile World Congress. Sin embargo, los coches conectados a internet se enfrentarán en el futuro a unas más que probables restricciones actualizadas para evitar distracciones fatales al volante. Mientras avanzan las posibilidades técnicas de seguir conectados dentro de un vehículo, las autoridades de algunos países como Estados Unidos ponen en marcha campañas para concienciar a los conductores del peligro que supone responder un mail o un mensaje de Whats App.
Es obvio decirlo, pero los gobiernos estatales de EEUU han tenido que recordar que el instante en el que el conductor desvía la mirada hacia la pantalla del teléfono móvil puede causar la muerte, y más si además se dedica a teclear un mensaje. Esos 4,6 segundos de media perdidos en mirar el texto de un mensaje pueden provocar la pérdida de control del vehículo y el consecuente choque con otro coche o una salida de la carretera. La autoridad de seguridad vial de EEUU (NHTSA) y los gobiernos de los estados se han tomado en serio la amenaza del mal uso de los móviles e intentan convencer, en una completa página web, a los conductores de la necesidad de dejar los terminales de lado durante el tiempo que dure su trayecto por carretera o en la ciudad.
El principal objetivo de la campaña se centra en el colectivo de los conductores menores de 20 años, que concentra el mayor índice de distracciones causadas por la manipulación de móviles para leer o escribir un mensaje. Alrededor de una cuarta parte de los conductores más jóvenes admite que ha respondido alguna vez un mensaje mientras conducía, según las estadísticas de la NHTSA. Esa conducta, así como marcar un número en el móvil, aumenta tres veces el riesgo de sufrir un accidente.
A esas nuevas tendencias de riesgo se suman las ya conocidas de hablar por teléfono móvil sin manos libres, lo cual resulta todavía más chocante en personas de mediana edad que conducen coches de gama alta.
No está claro cuál será el punto de encuentro entre los avances de la telefonía móvil y la conducción de automóviles. El presidente de Ford Europa, Stephen Odell, pedía en el MWC de Barcelona a las autoridades internacionales que despejen el camino cuanto antes para evitar que las marcas tiren dinero en inversiones estériles. Algo similar ocurrirá con la conducción automatizada que ya están experimentando la mayoría de las marcas. ¿Permitirán las autoridades que circulen coches sin conductor, y en qué supuestos o condiciones? Las incógnitas por delante son muchas como demuestra la nueva tendencia de los gadgets llevables relacionados con los móviles. Mi experiencia en el caso de un reloj inteligente es que los avisos acústicos, por vibración o visuales de la llegada de mensajes o mails que van llegando al dispositivo pueden causar distracción si no se regulan adecuadamente.
Es cierto que las nuevas tecnologías pueden permitir, si se usan adecuadamente, compatibilizar la conducción con responder mensajes de forma oral, aunque eso tampoco elimina del todo el riesgo de distracción o de quedar absorto en la interacción con el sistema informático o de telefonía integrado en el vehículo.