Aunque el pasaporte covid todavía no es de aplicación en muchas actividades o espacios, las empresas se espabilan para intentar proteger la salud de los empleados. Un ejemplo puede ser Seat, que ha habilitado zonas separadas para trabajadores no vacunados en los comedores de sus centros.
En realidad, el colectivo de trabajadores de Seat que no ha recibido las dosis completas de vacunas es muy reducido puesto que el 96% de los 15.000 empleados de la compañía Seat ya está inmunizado ante el coronavirus. Esta medida, adelantada por Catalunya Ràdio, se puso en marcha hace unas semanas y tiene como objetivo proteger a los trabajadores que están vacunados y garantizar la actividad operativa de la compañía evitando los contagios y las bajas por enfermedad.
Acuerdo con los sindicatos
Fuentes de Seat han asegurado a Efe que hace unas semanas se acordó "de común acuerdo con los representantes sindicales, habilitar una zona dentro de los comedores de la empresa para personas no vacunadas". Estas fuentes aseguran que la mascarilla se usa en todo momento en las instalaciones de Seat, tanto en el puesto de trabajo como en los autobuses que transportan a los empleados, a excepción del comedor.
Por ese motivo, se acordó crear esa zona específica para empleados no vacunados, una política que también se aplica en los otros centros de trabajo de Seat en Cataluña, que incluyen la planta de estampación de la Zona Franca de Barcelona y la de cajas de cambio de El Prat.
Mensaje a los no vacunados
Sin embargo, la utilización de esta zona para que coman los no vacunados dependen de la voluntad de cada empleado, puesto que la empresa no puede exigir el pasaporte covid para entrar en los centros de trabajo.
El presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero, ha asegurado a Efe que la medida busca "preservar la salud de todos en general" y es "un mensaje también para las personas no vacunadas", ha añadido el dirigente de la UGT catalana. Con todo, Carnero ha precisado que la medida afecta al personal de oficinas, ya que el personal de fábrica hace jornada continuada y tiene unos 20 minutos para comer junto a su puesto de trabajo.
Seat fue la primera empresa en iniciar la vacunación de su propia plantilla gracias a un acuerdo con la Generalitat. Además, la compañía colaboró en la administración de las dosis a vecinos de los centros de trabajo y en algunas zonas mediante unidades móviles.
