Tendencias

La Ruta de Napoleón, una Costa Azul diferente

Hace referencia a los 300 km entre la playa y Grenoble que recorrió el emperador camino de París atravesando los Alpes Marítimos

Ruta de Napoleón en Francia

Ana Montenegro

27.08.2021 00:31h

5 min

En marzo de 1815 Napoleón Bonaparte regresó a Francia tras un año en la isla de Elba. Escapó del destierro y desembarcó, con unos 600 hombres fieles, en la playa de Golfe-Juan (sí, está bien escrito, los franceses la llaman así), entre Antibes y Cannes. En esto también el emperador demostró ser un precursor, se fue a la Costa Azul, aunque no de vacaciones. Entonces el lugar no era la elegante zona turística que es actualmente, pero eso es una ventaja para los viajeros del siglo XXI.

Desde esa playa Napoleón marcó rumbo a París, atravesando los Alpes Marítimos hasta Grenoble. Un viaje de unos 300 km que tardaron en hacer una semana, empezando lo que se conoce en los libros de historia como el ‘Gobierno de los Cien Días’ y que finalizó en el campo de batalla de Waterloo. Hoy ese trayecto se puede hacer en sólo ocho horas. Desde 1932 se conoce de forma ‘oficial’ como la ‘ruta de napoleón’. 

Ruta tras los pasos de Napoleón

La ruta tradicional recorre ahora tramos de las carreteras N85, D1085, D4085, y D6085, en las regiones de Provenza, Alpes, Costa Azul y Rhone-Alpes y escala desde el nivel del mar hasta los 4.260 metros, el punto más elevado. Se puede hacer sin problemas porque la ruta está perfectamente marcada, con indicaciones muy claras sobre las que campa el águila imperial francesa, pero es más recomendable perderse entre los pueblos de montaña desde los que hay unas maravillosas vistas sobre el mar y la costa.

Mi recomendación es hacerlo entre abril y octubre, antes de que la nieve y el frio hagan más incómodo el recorrido. Los meses de verano son perfectos sobre todo ahora que hay menos turistas y los precios no se han disparado. Partimos de Cannes, donde Napoleón y sus hombres durmieron la primera noche en el continente. La localidad mediterránea francesa acoge cada año el famoso Festival de Cine y es imprescindible pasear por la Croisette, un bulevar flanqueado de palmeras, con el mar a un costado y al otro, tiendas espectaculares y algunos de los hoteles más míticos de Francia, como el Martinez o el Carlton que te trasladan a la Belle Epoque. Si los astronómicos precios de estos hoteles te impiden alojarte en ellos al menos intentad tomar un aperitivo en sus espectaculares terrazas, un vino de la zona o un vermut, porque el pasado italiano de esta zona y la proximidad del país trasalpino han dejado huella.

Ruta en coche de Napoleón en Francia

Gastronomía de la Costa Azul

La gastronomía de esta región se caracteriza por la cocina rural y las buenas verduras, además, por supuesto, del pescado. Entre los platos típicos destaca el ratatouille, una especie de pisto, las anchoas, o la bullabesa, una sabrosa sopa de pescado que aunque es originaria de Marsella se generalizado en toda la zona. La tarta de limón con merengue es típica de esta región. Y, por supuesto, los quesos y embutidos. La comida nunca decepciona en Francia.

Mi sugerencia para un viaje corto o una excursión es hacer la parte más marítima de la Ruta de Napoleón, hasta Grasse, y después regresar al borde el mar. Desde Cannes arrancamos hacia el interior, al norte, por unas carreteras que van ascendiendo entre pueblecitos de fuerte sabor francés y un paisaje que cambia rápidamente de mediterráneo, con olivos, mimosas, naranjos y eucaliptus, a alpino, con poca vegetación y algunos abetos dispersos.  

Recorrido para disfrutar

La carretera no es muy ancha pero tiene un buen firme y su principal encanto para los conductores son las curvas cerradas que van bordeando las montañas, un recorrido para disfrutar conduciendo. Es fácil ver grupos de motoristas de excursión y muchas marcas de coches hacen en esta zona las presentaciones de sus nuevos modelos por la amplia red de carreteras reviradas que permiten probar en profundidad la estabilidad y el comportamiento de los vehículos. Es un placer recorrer esta zona al volante.

La primera localidad con la que nos encontramos, Le Cannet, es un espectacular balcón sobre el mar, desde donde se pueden ver la isla de Santa Margarita, enfrente de Cannes. Mougins, ya a casi 300 metros sobre el nivel del mar, es un paraíso para los amantes del golf. Tiene dos campos, el Royal Mougins Golf Club, que incluye un hotel de lujo con Spa para los que no quieran salir a pegarle a la bola, y el Golf Cannes Mougins, construido en 1923. Otro alojamiento lleno de encanto es Le Mas Candille, que aprovecha parte de una antigua casona señorial a la que ha sumado una piscina panorámica y un spa. Esta localidad es también un buen punto base para recorrer la zona.

Ruta siguiendo los pasos de Napoleón / AM

Flores y perfumes

A sólo poco más de cuatro kilómetros está Mouans-Sartoux,  en donde podemos visitar un castillo del siglo XVI con un parque de árboles milenarios. Es un típico pueblo provenzal con casas pintadas de color pastel y llenas de flores en balcones y en la calle. Un buen lugar para comer porque hay muchos restaurantes que ofrecen desde cocina tradicional a la más sofisticada. Incluso un sushi muy bueno.

Grasse, el siguiente punto de este recorrido siguiendo las huellas de Napoleón es inevitable. Esta localidad francesa es el centro mundial del perfume. Si vamos en primavera vemos los campos del entorno llenos de los colores de las flores (lavanda, rosas, jazmines, narcisos…) que luego ‘se cocinan’ para hacer las esencias. La ciudad, de origen medieval, se descuelga por una colina a 750 metros de altitud. Entre los perfumistas famosos que tienen aquí su sede, Galimard, Molinard o Fragonard se pueden visitar e incluso te ofrecen la posibilidad de hacer tu propio perfume que, entre nosotros, suele ser un desastre.

Tras visitar el casino, que data de la Belle Epoque y hoy es el palacio de congresos y el Museo Internacional del Perfume, podemos regresar a Niza empachados de olores, sabores y colores.

Hoy destacamos