La guerra abierta entre Iberdrola y Repsol empieza a pasar factura a la compañía petrolera. Un mes después de la denuncia judicial presentada por Iberdrola contra lo que considera como postureo ecológico ('greenwashing) por los biocombustibles, Repsol ha truncado su evolución al alza en la bolsa con una pérdida que en los últimos días se ha agravado hasta más del 4%.
El año 2024 comenzó para Repsol con una clara senda al alza de la cotización de sus acciones en el Ibex 35 de la bolsa española. Sin embargo, esa escalada empezó a disiparse con la denuncia presentada por Iberdrola el 18 de marzo. En el último mes, Repsol ha caído más de un 3% en la bolsa, un descenso que se ha acelerado hasta más del 4% en los últimos días.
Caída del valor de Repsol
Ese retroceso supone un buen pellizco en la capitalización bursátil de Repsol de unos 400 millones de euros menos como consecuencia de la denuncia judicial presentada por Iberdrola contra la petrolera dirigida por Josu Jon Imaz, que ha reaccionado revolviéndose y cargando contra su colega en la eléctrica Ignacio Sánchez Galán y contra las políticas del Gobierno español y la UE hacia la descarbonización contra el cambio climático.
En cambio, las acciones de Iberdrola siguen subiendo aunque con moderación frente al retroceso de la compañía especializada en combustibles fósiles. Iberdrola acusa a Repsol de engaño, omisiones engañosas y publicidad ilícita por su campaña de "combustibles renovables" al ser una parte menor de su actividad económica basada en el petróleo y sus derivados. La compañía eléctrica ha creado incluso una sección en su web para explicar con detalle en qué consiste el blanqueo ecológico.
Imaz replicó que la denuncia de la eléctrica contra Repsol responde al nerviosismo por la creciente competencia en un intento de limitar el crecimiento de la petrolera en el mercado eléctrico.
Josu Jon Imaz espetó que la demanda de Ignacio Sánchez Galan carece de fundamento jurídico, un argumento que ha seguido la organización Autocontrol, la Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial. En un fallo emitido tres meses después de la primera reclamación, Autocontrol desestima íntegramente la queja de Iberdrola y le impone el pago de los costes del procedimiento. Autocontrol, que está formada por anunciantes, agencias de publicidad, medios de comunicación y asociaciones de profesionales, tiene a Repsol entre sus miembros y forma parte de la junta directiva como vocal.
Primer varapalo judicial
Sin embargo, la denuncia judicial de Iberdrola sigue adelante al rechazar el Juzgado Mercantil número dos de Santander el intento de los abogados de Repsol de llevar el caso a Madrid. El juez se declara competente en la demanda debido a que la empresa comercializadora de electricidad y gas de Repsol tiene su sede en Santander.
Además de esa denuncia, Repsol tiene otro frente abierto por la misma acusación de 'greenwashing' por parte de las organizaciones Ecologistas en Acción, Federación de Consumidores y Usuarios (CECU) y Greenpeace en denuncias ante la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) y ante la Dirección General de Consumo.
Las tres organizaciones demandantes han investigado a Repsol, durante 2022 y 2023, por el impacto de su actividad sobre la deforestación en Indonesia y su contribución al aumento de las emisiones responsables del cambio climático. Según explican, España es el principal importador de aceite de palma de Indonesia destinado a la producción de biocombustibles, en la que Repsol es uno de los principales productores. Ecologistas y consumidores acusan a Repsol de "ocultar" su impacto en la deforestación.