La petrolera Repsol, que tiene la red más grande de gasolineras en España, presume de sus planes de transición ecológica. Su apuesta por la movilidad eléctrica se transforma en un plan para instalar 610 puntos de carga de vehículos propulsados por baterías con una inversión de 42,5 millones de euros.
Esos 610 enchufes para los coches que no respostan gasolina ni gasóleo se ubicarán en 577 estaciones de servicio de España y 33 de Portugal. Repsol prevé alcanzar los 1.000 puntos de recarga a final de 2022, con lo que tendra un enchufe cada 50 kilómetros en las principales carreteras de la península.
Sin embargo, esas cifras de puntos de carga son todavía muy inferiores a las de la red de gasolineras de la principal petrolera española. Repsol cuenta con más de 3.300 gasolineras, con múltiples surtidores, solo en España, con lo que solo un 17,5% de sus estaciones de servicio dispondrán de cargadores de baterias. Además, de los 610 puntos de recarga solo habrá 18 ultrarrápidos (180 kilovatios) y 592 rápidos (50 kilovatios).
Inversión financiada por el ICO
La inversión de 42,5 millones de Repsol ha recibido una financiación del Instituto de Crédito Oficial (ICO) mediante dos operaciones por un importe total de 40,7 millones de euros para la instalación de los puntos de recarga en la red de estaciones de servicio que la petrolera tiene en la Península Ibérica. Repsol también ha solicitado las ayudas estatales para acceder al plan de incentivos a la instalación de puntos de recarga Moves III con el objetivo de consolidar su oferta multienergética en movilidad sostenible.
A esta red hay que sumarle la primera estación de recarga para vehículos eléctricos que incorpora almacenamiento de energía a partir de baterías de segunda vida en España, situada en la N-I en localidad guipuzcoana de Tolosa, y los dos primeros puntos de recarga ultrarrápida de la Península Ibérica, instalados en 2019 en las estaciones de servicio de Lopidana (Álava) y Ugaldebieta (Vizcaya).
Numerosos estudios han alertado recientemente del elevado déficit de la infraestructura de puntos de carga de vehículos eléctricos que sufre España, que es uno de los frenos para que despegue la nueva movilidad sin emisiones hasta los niveles de otros países europeos. La Cámara de Comercio de España advirtió en un reciente informe de que será imposible alcanzar los objetivos del Gobierbno de venta de coches eléctricos si no mejora de forma sustancial y rápida la red de enchufes de acceso público, tanto en número de puntos como en su velocidad de carga.