En estos tiempos de electrificación con estilo chino conviene echar la vista atrás y conocer algunos de los genios que pusieron las bases de la industria del automóvil y crearon diseños que siguen siendo imitados. El Museo del Automóvil de Turín (Mauto) dedica, hasta el próximo 11 de junio, un espacio para dar a conocer la historia industrial de Iso Rivolta, una marca creada en 1939 por el ingeniero Renzo Rivolta (1908- 1966) en Génova que fabricaba aparatos de refrigeración y calefacción. Una de sus creaciones, el microcoche Isetta, es la estrella de la exposición y ha vuelto al mercado.
Tras la II Guerra Mundial, se trasladó a Bresso (Milán) y se lanzó a fabricar motos, ciclomotores, motocarros (tres ruedas) y turismos, entre ellos el icónico Isetta, para motorizar a los italianos. Incluso se llegaron a fabricar sus motos en España bajo licencia entre 1952 y 1953, en el barrio de Carabanchel, en Madrid. La nieta del fundador, Marella Rivolta Zagato, que asistió a la inauguración de la muestra, intenta recuperar y relanzar el patrimonio de la marca familiar.
Exposición de Iso Rivolta / MAUTO
El visionario Iso Rivolta
Fundada por Renzo Rivolta y más tarde dirigida por su hijo Piero, Iso Rivolta supo intuir e interpretar las tendencias y hábitos de su momento e incluso se anticipó las necesidades de los italianos tras la II Guerra Mundial. Sus productos y su trabajo fueron un elemento importante en el milagro económico del país en los años 50 del siglo XX que culminó en la década de los 60 y en los 70.
Iso Rivolta siempre tuvo una producción muy variada, de alta calidad en la producción, en sus elementos técnicos y en las prestaciones. De sus talleres salieron desde scooters hasta motocicletas ligeras propulsadas por su icónico motor de cilindro desdoblado, como la Isoscooter 125 y la Isomoto 125, que más tarde tuvieron versiones y modelos cada vez más deportivos. Pero también fabricó vehículos comerciales adaptados a las necesidades de la época o el innovador coche-burbuja Iso Isetta, que ayudo a motorizar a los italianos más allá de las dos ruedas.
MAuto ISO press 15
Modelos GT
El éxito de estos modelos permitió que Iso Rivolta diera el salto hacia la producción de modelos GT (gran turismo) rápidos, lujosos, cómodos y muy fiables para la época, como el GT 300/340, que se definía como “el coupé que puedes conducir con sombrero”, el Grifo GL de altas prestaciones, el rápido sedán S4/Fidia o el innovador Lele, todos con un bastidor propio e innovador de chapa de acero soldado eléctricamente a la carrocería, lo que se define como monocasco, y propulsados por potentes motores Chevrolet y Ford V8. Estas obras maestras de la tecnología y el diseño las firmaron personajes emblemáticos como Ermenegildo Preti, Pierluigi Raggi, Giotto Bizzarrini, Giorgetto Giugiaro, Marcello Gandini o Ercole Spada.
Mariella Mengozzi, directora del museo italiano, resaltó que “entre las marcas de automóviles de todo el mundo que forman la colección de este museo, Iso Rivolta es una de las más representativas de la realidad industrial italiana tras la II Guerra Mundial, por la variedad de sus productos, las innovaciones técnicas y el original diseño”.
En el universo Iso, todos los nombres de sus modelos empiezan por esa palabra, así que la exposición se ha denominado Iso Avventura (Isoaventura). La muestra ha conseguido reunir 12 vehículos míticos e históricos que reflejan las etapas más importantes de la aventura de la empresa con sede en Bresso desde 1942.
Nuevo Microlino eléctrico
El original Isetta
Quizás el modelo más emblemático de la muestra es el pequeño y original Isetta (1954), diseñado por el pionero de la aeronáutica Ermenegildo Preti (Milán, 1918-1986) con la colaboración de Pierluigi Raggi. Con tres ruedas (dos detrás y una delante), un diseño inspirado en la cabina de un helicóptero y una puerta frontal nació como un scooter con una carrocería para proteger al conductor. El Isetta se desveló en 1953 en el Salón del Automóvil de Turín, con sólo 2,37 metros de largo, 1,37 de ancho y una altura de 1,32 metros pesaba unos ligeros 330 kilos, era capaz de superar los 80 km/h, con un consumo mínimo, entre 3 y 4 litros a los 100 km. Fue el primer microcoche de la historia y él se ha inspirado la empresa suiza Micro para crear el nuevo Microlino, ahora de propulsión eléctrica que lanzará en breve Astara en España.
El Isetta es un icono del estilo italiano e incluso participó en 1954 en la Mille Miglia con siete vehículos, cinco terminaron. Se fabricó en Italia hasta 1956 y a partir de esa fecha fue BMW quien tuvo la licencia. Lo fabricó en Alemania, donde también tuvo mucho éxito, pero también se montó en Francia, Brasil y España, incluso en versiones de vehículo industrial.
Las motos Isomoto
El resto de los vehículos expuestos son el icónico Isoscooter 125 (1952), el primero con motor de cilindro duplicado, la motocicleta que se deriva de él, la Isomoto 125 (1952), producida en Italia, y la versión Isomoto 125 (1954), con sidecar y fabricada en España.
Se puede ver también un Isomoto GT (1954) del famoso distribuidor de Turín Iso Arduino, el raro Isomoto C (1955) que se fabricó sólo un año y el exitoso Iso Scooter 150 F Diva (1959). De principios de la década de 1960 es una pieza única, realizada solo como prototipo y conocida con el nombre técnico de Progetto 100,000 (1961) que adelantaba un vehículo todoterreno motorizado de Fiat. Hay también ejemplos de los turismos que hizo Iso Rivolta desde el rarísimo IR GT340 “365” (1964) al IR Grifo S (1969) que es uno de los únicos 13 coches con techo tipo “targa” construidos. Finalmente, encontramos el gran sedán IR Fidia (1972) que se definía como "el cuatro sillones más rápido del mundo" y el moderno IR Lele (1972), que adelanta en sus líneas el estilo que triunfaría en los años 70.
