Los nuevos espacios Polestar que la marca empezará a abrir en 2019 tendrán "expertos sin comisión" en lugar de los habituales comerciales que se juegan una parte de su sueldo con los coches que puedan vender personalmente. Polestar ya tiene a punto su plan para abrir 60 espacios de exposición y venta de su gama de coches eléctricos e híbridos. El primer concesionario se pondrá en marcha a mediados de 2019 en el centro de Oslo, la capital de movilidad eléctrica al ser el país en el que los coches eléctricos tienen más penetración en el mercado. En un año, hasta mediados de 2020, Polestar espera tener abiertos un total de 60 puntos de venta.
Clientes "expertos" para quitar presionar a la venta
Esos espacios tendrán poco que ver con los concesionarios convencionales en el sector del automóvil. "Polestar redefinirá la experiencia de propiedad del vehículo y la relación que los clientes tienen con el fabricante de su automóvil", explica Thomas Ingenlath, consejero delegado de la marca. Los clientes que entren en un Polestar Space podrán obtener información y hacer pedidos online de forma autónoma.
Tendrán a su disposición la ayuda de un "experto" con el que la marca quiere cambiar radicalmente las convenciones en el sector. En lugar de los habituales comerciales que van a comisión y que presionan al cliente para que acabe comprando el coche, Polestar tendrá asesores cuyo sueldo no dependerá de las ventas que hagan individualmente.
"En los Polestar Space se permitirá a los clientes conocer a expertos de Polestar, ver a los automóviles en persona y realizar una prueba de conducción, en un entorno vanguardista que está diseñado para eliminar la presión del proceso de venta", sostiene la marca del grupo Volvo. El nuevo rival de Tesla empezará vendiendo el modelo Polestar 1, un coche híbrido con una autonomía eléctrica de 150 kilómetros. A continuación lanzará en el mercado los modelos 100% eléctricos Polestar 2 y Polestar 3.
La compañía ha empezado ya la producción de prototipos del modelo Polestar 1 con el fin de someterlos a pruebas de resistencia, de choque y de homologación. La producción se lleva a cabo en la nueva factoría de Chengdu, en China. Es la primera vez que Volvo utiliza fibra de carbono para construir vehículos de serie.