Alrededor de la mitad de los empleos se pueden afectados por la automatización creciente de tareas en un futuro próximo. Esta conclusión, no exenta de polémica, se desprende del estudio llevado a cabo por la Comisión sobre el Futuro del Trabajo creada por la OIT. Las industrias basadas hasta ahora en el petróleo, como la automoción, vuelven a aparecer entre las que tienen más riesgos laborales, pero también oportunidades.
Ante la magnitud del impacto laboral que puede tener la digitalización y la robotización a pesar de las discrepancias existentes, la Organización Internacional del Trabajo plantea una fórmula innovadora de permisos de formación para que los trabajadores más expuestos a la revolución tecnológica y medioambiental puedan reciclarse y buscar alternativas antes de que sea demasiado tarde.
Un 'seguro de empleo'
"Proponemos que se establezca un sistema de derechos de formación mediante un sistema rediseñado de 'seguro de empleo' o de 'fondos sociales' que permita a los trabajadores tomarse tiempo libre remunerado de sus trabajos para participar en la formación. Se podría reconocer a los trabajadores el derecho a un determinado número de horas de formación, independientemente del tipo de trabajo que hagan", explican los expertos reunidos por la OIT en un 'think tank' para esbozar cómo será el mercado de trabajo en el futuro.
Este nuevo seguro de empleo basado en la concesión de permisos de formación tiene la ventaja, según la OIT, de "apoyar a los trabajadores más vulnerables mediante su formación continua, en particular a los trabajadores por cuenta propia o los trabajadores de las pequeñas y medianas empresas, que tienen menos posibilidades de beneficiarse de la formación financiada por el empleador".
El tsunami tecnológico sobre el empleo
Los avances tecnológicos que suponen la inteligencia artificial, la automatización y la robótica crearán nuevos puestos de trabajo, pero "quienes van a perder sus trabajos en esta transición -dice la OIT- podrían ser los menos preparados para aprovechar las nuevas oportunidades". "Las competencias de hoy no se ajustarán a los trabajos de mañana y las nuevas competencias adquiridas pueden quedar desfasadas rápidamente", añaden los expertos.
"La ecologización de nuestras economías creará millones de puestos de trabajo a medida que adoptemos prácticas sostenibles y tecnologías limpias; en cambio, otros puestos de trabajo desaparecerán cuando los países vayan reduciendo progresivamente sus industrias basadas en el carbón y en el uso intensivo de los recursos".
Las previsiones de automatización
Aunque las tendencias son inequívocas, los expertos laborales admiten que no hay consenso sobre la altura de la ola del tsunami tecnológico. "La Comisión ha examinado la ingente cantidad de análisis y predicciones sobre el impacto potencial de la innovación tecnológica sobre el futuro del empleo. Esta cuestión domina gran parte de los debates sobre el futuro del trabajo y hay divergencia en las estimaciones del número de puestos de trabajo que se crearán y que se destruirán. La Comisión decidió no emprender otros modelos de simulación sobre este tema", concluyen.
Entre los análisis que se han tenido en cuenta, la OIT cita las conclusiones de varios de ellos. Por ejemplo, el Foro Económico Mundial indica que casi el 50% de las empresas esperan reducciones de sus plantillas en 2022; el Banco Mundial alerta de que dos tercios de los puestos de trabajo de los países en desarrollo podrían ser automatizados; la OCDE cuantifica en un 9% los empleos con elevado riesgo de automatización total y entre el 50% y el 70% pueden sufrir automatizaciones parciales; McKinsey Global Institute estima que en el 60% de los trabajos se puede robotizar al menos un 30% de la actividad.