París se ha declarado como ciudad libre de patinetes eléctricos compartidos. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se ha comprometido a prohibir este servicio de modalidad después de conocer el resultado de una consulta entre los vecinos con un 89% de los votos en contra de mantener unos vehículos que se han ganado la fama de desordenados, incómodos y poco seguros para la movilidad en ciudad.
Las licencias con las que operan las empresas de alquiler de patinetes eléctricos finalizarán el 31 de agosto, con lo que las compañías tendrán que retirar los vehículos de movildiad personal a partir del 1 de septiembre.
El referéndum celebrado el domingo 2 de abril acabó con un resultado "abrumador" en contra de los 'scooters' eléctricos de las empresas de alquiler por minutos que inundan las calles. "Su mensaje fue muy claro y ahora se convierte en nuestra hoja de ruta", ha afimado Anne Hidalgo en un comunicado del Ayuntamiento sobre una consulta que no era vinculante legalmente pero que se ha convertido en decisiva.
Participación del 7,5%
En el referéndum organizado por el Ayuntamiento de París, que se mostró muy crítico con el desorden y la inseguridad generada por los patinetes eléctricos de alquiler, podían participar casi 1,4 millones de vecinos censados, aunque solo depositaron su papeleta un total de 103.084 personas. De ellas, solo 11.256 votaron a favor de mantener el alquiler de patinetes, mientras que 91.385 se posicionaron en contra. El no a los patinetes eléctricos compartidos ganó en todos los distritos de París con porcentaje que van del 85% a casi el 92%.
La alcaldesa socialista de París ha calificado la consulta de "gran éxito democrático" para la ciudad a pesar de que la aprticipación llegó únicamente a un 7,5%. La capital francesa se convierte así en la primera ciudad en prohibir los patinetes eléctricos después de una consulta popular. Otras ciudadaes han optado por regular de forma más estricta las licencias y aspectos como la circulación y los espacios de estacionamiento de los vehículos para evitar las molestias causadas. En otras grandes ciudades como Barcelona continúa pendiente el concurso para asignar las licencias a los operadores de patinetes compartidos. El Ayuntamiento de Barcelona declaró la guerra a algunas empresas de mpatinetes eléctricos de alquiler que intentaron saltarse la falta de autorización.