A Teresa Ribera le traicionó el subconsciente cuando dio a entender que dejaría su cargo como vicepresidenta tercera y ministra para Transición Ecológico y el Reto Demográfico. Su marcha a Europa es seguida con mucho interés por el sector del automóvil, que está pendiente de una reforma a fondo urgente del plan Moves que hasta ahora ha chocado con Ribera y su equipo.
Ahora la clave es saber si la marcha de Teresa Ribera como candidata del PSOE a las elecciones europeas y con el objetivo de ser eurocomisaria puede ser un riesgo o bien una oportunidad para desatacar las ayudas a la compra de vehículos eléctricos y a la instalación de puntos de recarga.
Despedida de Teresa Ribera
"Soy una persona tremendamente comprometida con la agenda que he tenido el privilegio, que tengo el privilegio de liderar", dijo hace unos días Teresa Ribera en un claro desliz que indica el rumbo de su próxima etapa, que la llevará de Madrid a Bruselas. "Veremos", dijo a continuación para guardar las formas sobre el proceso de elección del candidato en el seno del PSOE, aunque todo el mundo da por hecho que Pedro Sánchez tendrá que cubrir la vacante de Ribera al frente del ministerio que vela por la ecología.
La paciencia del sector durante los años de vigencia del plan Moves, en los que se ha certificado hasta la saciedad su fracaso para impulsar el mercado de la movilidad eléctrica en España, ha dado paso a la impaciencia y a la ansiedad. Las patronales del sector del automóvil llevan años intentando que el Gobierno, o mas bien Teresa Ribera, dé su brazo a torcer y admita la necesidad de modificar profundamente un sistema que da las ayudas a los usuarios de vehículos eléctricos en un plazo vergonzoso de entre uno y dos años.
Chery hará coches de combustión
En la puesta de largo del acuerdo para el desembarco de Chery en Barcelona, Pedro Sánchez no dijo ni una palabra del Moves. Eso sí, reiteró el objetivo de convertir a España en un gran hub de la movilidad eléctrica en Europa, algo que choca frontalmente con la lentitud en el desarrollo del mercado de los nuevos vehículos eléctricos. De hecho, Chery empezará montando coches de gasolina del modelo Omoda 5, además de algunos eléctricos.
Ribera siempre ha ejercicio el papel de 'poli mala' ante la industria de automoción, frente a la mayor sensibilidad mostrada por los varios inquilinos del Ministerio de Industria en los últimos años. Los encontronazos entre Teresa Ribera y el automóvil han sido sonados, como cuando dijo que "el diésel tiene los días contados" en plena cruzada contra los vehículos de combustión.
El plan Moves se encuentra en situación de cuenta atrás de la prórroga aprobada, que vence a final de julio de 2024. El sector ve como las negociaciones con varios ministerios no fructifican en un nuevo marco de ayudas pese a las promesas de Pedro Sánchez ante los principales directivos de los fabricantes.
La descarbonización, en juego
Hace unos días, Faconauto lamentaba que el Ejecutivo exige unos planes de electrificación que no se pueden cumplir debido a la falta de herramientas. Un ejemplo del el revolcón sufrido por varias proposiciones presentadas en el Congreso por la patronal a través del Partido Popular. Una de ellas instaba al Gobierno a poner en marcha un Moves hasta 2027 con una gestión unificada y no autonómica que dé el descuento de 7.000 euros en la factura de compra del vehículo eléctrico.
El calendario que se esboza para el relevo de Teresa Ribera no parece que sea rápido, sino que se podría demorar varios meses. Ante esa situación, su marcha puede ser una oportunidad para que la ministra cumpla su "compromiso constante" que pregona y se vaya con un nuevo Moves eficiente aprobado. El nuevo ministerio tardará en arrancar ante el previsible cambio en profundidad del equipo que rodeaba a Ribera. La descarbonización que tanto defiende la vicepresidenta está en juego.