Nuevo caso de un conductor kamikaze en pocas horas. En este caso se trata de un narcotraficante que emprendió una huida a la desesperada para eludir a policía y que recorrió tres kilómetros contra dirección en la autovía A2 en Abrera (Barcelona).
Los Mossos d'Esquadra y la Policía Local de Abrera (Barcelona) han detenido a un hombre de 36 años y vecino de Lleida como presunto autor de un delito de tráfico de drogas y por delitos contra la seguridad vial, conducción temeraria, resistencia a los agentes de la autoridad y daños, ha informado la policía catalana en un comunicado.
Los hechos ocurrieron el día 22 de julio en Abrera cuando agentes de la Policía Local dieron instrucciones al conductor de un vehículo para que se detuviera, pero este huyó a gran velocidad por las calles del municipio sin respetar la señalización y poniendo en riesgo a peatones y a otros conductores.
Colisión contra un coche patrulla
Continuó su loca huida para escapar de los agentes entrando en la A2 a gran velocidad, sin respetar el semáforo que da acceso y en sentido contrario a la marcha: durante tres kilómetros obligó a los demás vehículos a esquivarlo sin que se produjera ninguna colisión a pesar de la velocidad a la que iba el fugitivo.
Antes de llegar a Martorell (Barcelona), los agentes de la Policía Local de Abrera consiguieron bloquear el paso del turismo, que colisionó con un coche patrulla. Después de quedar inmovilizado el vehículo, el narco abandonó el coche e intentó contunuar con la fuga a pie, pero fue interceptado por una patrulla de los Mossos que se había sumado a la persecución.
Al ser detenido, el hombre se resistió golpeando a los agentes, por lo que tuvo que ser reducido en el suelo, y en el registro del vehículo los agentes encontraron ocho quilos de cogollos de marihuana envasados al vacío y preparados para la venta.
Este caso de un nuevo conductor temerario se ha conocido después de que saliera a la luz el de un vecino de Santiago de Compostela de avanzada edad que entró por error en una autopista en sentido contrario hasta que fue interceptado por otra persona que iba en paralelo por el carril correcto y separados por la mediana.