Joe Biden se ha subido a su nuevo coche oficial. En realidad, no es nuevo porque lo estrenó Donald Trump, pero sí ha cambiado la matrícula luciendo el número 46 de su presidencia de EEUU tras su investidura en Washington.
La matrícula de la limusina del presidente de Estados Unidos, conocida popularmente como 'The Beast', ha simbolizado también el relevo en la Casa Blanca al cambiar de número: ha pasado del 45, el número de presidente de Trump desde la fundación del país, al 46 del dirigente demócrata que ha tomado su relevo.
Biden y su mujer han recorrido el trayecto entre el Capitolio y su nueva residencia en la Casa Blanca a bordo de la última generación de la limusina de Cadillac, que fue estrenada en 2018. La segunda limusina idéntica fabricada por la marca del grupo General Motors ha trasladado a la nueva vicepresidenta, Kamala Harris, y a su marido.
Las dos limusinas idénticas de la nueva generación del coche oficial han sido fabricadas por General Motors en el más alto secreto. El servicio secreto de la Casa Blanca aseguró que los nuevos vehículos oficiales continúan con el "legado de ofrecer tecnología y rendimiento de última generación para su misión de protección".
Contrato de 15,8 millones de GM
Las limusinas presidenciales que estrenó Trump y ahora hereda Biden forman parte de un contrato ganado por GM de 15,8 millones de dólares para la nueva generación del vehículo entre 2014 y 2017. Anteriormente, GM consiguió en 2010 otro contrato de 35 millones de dólares para el desarrollo de la nueva flota de limusinas 'made in USA'.
Joe Biden se había movido durante la campaña electoral y en el periodo de transición con una caravana del modelo Ford Expedition, el SUV más grande que tiene la marca norteamericana. Biden presume de tener en su garage particular un Corvette C2, un clásico al más puro estilo norteamericano que le regalaron sus hijos y que ha tenido recluido durante su etapa como vicepresidente de EEUU con Barack Obama. Por su garaje han pasado también un Ford de 1956 y un Mercedes 190 SL.