"Los coches tendrán un papel importante en el futuro y se usarán más, pero se venderán menos coches que ahora". Este pronóstico sobre una de las incógnitas de la nueva movilidad lo ha hecho el gurú del MIT John Moavenzadeh y sintetiza los desafíos y oportunidades que afrontan los fabricantes de automóviles. El experto del prestigioso centro universitario de Cambridge no se mordió la lengua a la hora de hacer sus previsiones en el territorio de un fabricante automovilístico, en Casa Seat de Barcelona.
Entre el auditorio se encontraban algunos directivos de Seat y del sector de la movilidad que probablemente recibieron la sentencia de Moavenzadeh con un sabor agridulce, con preocupación pero también con motivación ante las puertas que cierra y que abre al mismo tiempo. Estamos participando en un cambio de paradigma del modelo de negocio aunque probablemente no vaya tan rápido como quieren algunos como los reguladores con medidas como la reciente propuesta de Bruselas de prohibir los coches de combustión interna y los híbridos a partir de 2035.
El analista y estudioso de las tendencias en movilidad invitado por el director de Casa Seat, Gabriele Palma, como primera conferencia en 2020 del nuevo espacio cultural y social del centro de Barcelona volvió a revisar sus teorías, esta vez de forma presencial. Su conclusión es que la pandemia y sus efectos derivados han tenido un fuerte impacto, aunque no van a alterar de forma significativa la transformación de fondo que ya estaba en marcha hacia la nueva movilidad.
Las ciudades sobreviven a la pandemia
Nuestra mala memoria y los sentimientos a flor de piel en el momento en el que se están produciendo acontecimientos profundos como la crisis financiera de 2008 o la pandemia de 2020 hacen que tendamos a sobrevalorar los efectos de esos sucesos. En 2008 se llegó a un consenso de que el capitalismo cambiaría, pero eso no se ha cumplido. En 2020, irrumpió la nueva tendencia a desplazar las viviendas fuera de las ciudades en busca de más calidad de vida al amparo del teletrabajo. Pero esa tendencia tampoco se va a consolidar y no va alterar el auge y el poder de atracción de las metrópolis, según el profesor. Sin embargo, sí se mantendrán algunas medidas del urbanismo táctico para dar más espacio a peatones y terrazas de bares y restaurantes.
Por tanto, la realidad es tozuda y persistente y busca su camino. En la producción mundial de vehículos, lo más probable es que veamos en una década un recorte consolidado en la producción mundial de vehículos, aunque los coches seguirán teniendo un papel importante en la movilidad pero bajo el nuevo paradigma del uso compartido y más intenso. El viejo modelo de tener un coche en propiedad con unos elevados costes fijos a cambio de usarlo un 5% del tiempo en el mejor de los casos pasará a la historia.
Las previsiones de Moavenzadeh son verosímiles, aunque se pueden ver profundamente alteradas en función de la evolución de los países en vías de desarrollo que acumulan más población. Al igual que sucede con la demografía, en la que se ha comprobado que todas las sociedades pasan por las mismas fases hasta el estancamiento de los países más desarrollados, los habitantes que accedan al poder adquisitivo necesario aspirarán a comprar un coche por la misma libertad y estatus que nos dio y nos sigue dando todavía a nosotros. ¿O amortizarán esa fase para pasar directamente a los coches compartidos y suscribirse a una plataforma? Esa variable puede hacer que la demanda mundial de vehículos se mantenga o incluso pueda crecer, aunque en nuevas áreas geográficas.
Escuchar al cliente
La buena noticia para Seat y el resto de fabricantes de vehículos es que están a tiempo de adaptarse al nuevo modelo de negocio y social, pero lo tienen que hacer bien. Las fuertes inversiones en nueva movilidad detectadas por el Barómetro Auto Mobility Trends de Coche Global y Metyis van en la buena dirección, pero necesitan algo más. "Jacques Nasser, cuando era presidente de Ford (en el cambio de milenio), ya decía que había que transformar la compañía en un proveedor de movilidad pero el problema es que el resto de la empresa no estaba alineada", advirtió el experto en movilidad urbana del MIT. Una vez superado ese obstáculo interno, las empresas que aspiran a prosperar en la nueva movilidad tienen que "entender lo que piensa realmente el usuario en sus necesidades".
El gurú del MIT dio buena nota a Seat por su apuesta hacia los nuevos servicios de transporte como las motos eléctricas compartidas, los patinetes y el desarrollo de 'software'. "Estamos comprobando lo que quieren los usuarios gracias a una relación directa con ellos", destacó Lucas Casasnovas, director de Seat MÓ, la nueva división de movilidad disruptiva y compartida.
Más tiempo para la transición
La otra buena noticia para los fabricantes de vehículos es que probablemente dispongan de algo más de tiempo para preparar su transición. El experto comparó la situación con lo vivido en el año 2000 con las empresas puntocom, que pasaron de vivir en una nube con grandes expectativas y muchas inversiones a sufrir el estallido de una burbuja con el cierre de muchas de esas empresas. Finalmente, las puntocom siguieron el mismo camino ero más lento y ahora vuelven a dominar ámbitos como el del comercio. "Con los coches autónomos pasará como con el comercio electronico y las puntocom, su introducción será mas lenta de lo que se espera. Esto llevará tiempo".
Hasta aquí las buenas noticias porque las oportunidades no duran eternamente en un nuevo modelo de negocio en el que los fabricantes de automóviles tienen que competir con múltiples empresas especialistas en tecnologías o infraestructuras que no saben fabricar coches pero pueden ofrecer servicios de movilidad. "Las empresas ganadoras serán las mas activas en colaborar en toda la cadena de valor", advirtió John Moavenzadeh. Es tiempo de abrirse y buscar alianzas.