El objetivo de la Unión Europea de tener su propia producción de microchips que reduzca la elevada dependencia actual de un puñado de fabricantes asiáticos da pasos adelante con los primeros proyectos de inversión. Francia se convertirá en un importante productor de semiconductores gracias al proyecto anunciado por el grupo francoitaliano STMicroelectronics y el estadounidense GlobalFoundries.
Las dos compañías construirán una nueva planta de microchips en Crolles, cerca de Grenoble, en un proyecto con una inversión de 5.700 millones de euros. La iniciativa supone ampliar las instalaciones ya existentes en este emplazamiento con una nueva planta que permitirá aumentar la producción hasta 629.999 obleas de 300 mm. Las nuevas instalaciones de Croelles se repartirán en un 42% para STMicroelectronics y en un 58% para GlobalFoundries en ellas trabajarán más de 1.000 personas.
Clientes de la automoción
La fábrica anunciada admitirá "varias tecnologías" y cubrirá múltiples variantes, según han anunciado las dos compañías. La planta asumirá nuevos microchips de 18nm, que "se espera que sigan teniendo una gran demanda de aplicaciones en automoción, IoT y móviles durante las próximas décadas".
"Esta nueva instalación de fabricación respaldará nuestra ambición de ingresos de más de 20.000 millones. Trabajar con GF nos permitirá ir más rápido, reducir los umbrales de riesgo y reforzar el ecosistema europeo FD-SOI. Tendremos más capacidad para apoyar a nuestros clientes europeos y globales a medida que hacen la transición a la digitalización y la descarbonización”, aseguró Jean-Marc Chery, presidente y consejero delegado de STMicroelectronics.
Proyecto importante en Francia
La nueva planta de chips de Francia se enmarca en la ley europea de semiconductores y es el proyecto más importante en términos de volumen de inversión de los 14 que se presentaron en la cumbre "Choose France" que el presidente Emmanuel Macron organizó en Versalles con responsables de multinacionales, y que totalizan 6.700 millones de euros y más de 4.000 nuevos empleos. La planta de semiconductores es "una inversión absolutamente estratégica", afirmó en declaraciones a la prensa el ministro de Economía, ya que permitirá a Francia convertirse en uno de los pocos países que son independientes del exterior para procurarse estos componentes tecnológicos, algo que ahora solo ocurre en EEUU, Alemania, Japón, Corea del Sur y Taiwán.
Le Maire recordó que la falta de semiconductores debido a los parones por la crisis del covid en 2020 causó una "desorganización total" en el sector industrial en Europa y en el mundo, y que esta inversión "histórica" llega tras dos años de negociaciones. "Los semiconductores son hoy tan estratégicos como lo fue el (sector) nuclear en los años ochenta" del pasado siglo, ya que son necesarios para todo tipo de aplicaciones industriales, recordó.