El acto de inicio de las obras de la gigafactoría de Sagunto tenía que concluir con una foto oficial que fue más agitada de lo esperado. Después de los discursos de los directivos de Volkswagen y Seat y de Pedro Sánchez y Ximo Puig, se pidió que subieran todos al escenario para posar junto al rey. Pero Felipe VI tomó la palabra de forma inesperada y no se conformó con la foto de la fábrica de baterías como símbolo de la movilidad futura.
Todos querían aparecer en la foto y tener visibilidad en el segundo acto institucional de la gigafactoría de PowerCo, la filial de baterías del grupo Volkswagen. Más allá de la sorpresa en el protocolo, nadie se quería perder la "fiesta mayor", en palabras de Wayne Griffiths, presidente de Seat, del comienzo de los trabajos de construcción de la primera gran planta de baterías de España. "Hoy es un día muy especial, tenemos mucho que celebrar. En la semana de las fallas ponemos en marcha la gigafactoría. Vaya fiesta mayor", aseguró el anfitrión.
Tormenta por una foto
Un día antes del acto de Sagunto hubo otra foto relacionada con la movilidad del futuro en la que también aparecían algunos de los protagonistas de la gigafactoría: Pedro Sánchez, Reyes Maroto y Wayne Griffiths. Sánchez se refirió a ese encuentro "con el sector del automóvil" en Sagunto, aunque quizá no era consciente de la tormenta que se había formado en La Moncloa.
Auque la reunión se llevó a cabo por la petición de Anfac y Sernauto, en ella también participó la asociación de movilidad eléctrica Aedive pero faltaban muchas organizaciones relacionadas con el automóvil y la movilidad. El encuentro se desmarcó de otras reuniones mantenidas con anterioridad por La Moncloa con una representación más amplia de la automoción.
Ausencias en La Moncloa
Faconauto lamentó la "incomprensible" ausencia de los concesionarios y los talleres en una cumbre que quedó coja y que considera que dio una imagen de falta de unidad, hurgando así en la herida de fondo con Anfac.
No fueron las únicas críticas a un encuentro muy parcial. "Entiendo a la patronal de concesionarios. Siendo positiva esa reunión y que seguramente coincidimos en un 90% en las propuestas, no es de recibo que se deje una parte muy importante del sector fuera y menos que no se cuente con los sindicatos para abordar esta transición, no sólo con propuestas industriales sino también sociales", lamentó Jordi Carmona, responsable de automoción de UGT FICA.
Una verdadera cumbre
"Abordar esta (la transición) desde un prisma exclusivamente industrial es un error muy grave ya que abocaria a un desequilibrio que se pagaría con empleo -añadió Carmona a través de Linkedin-. Hoy todas las empresas, o casi todas, han tenido grandes beneficios y hoy muchísimos trabajadores y trabajadoras están pagando con su subsidio de desempleo o perdiendo sus puestos la fiesta, no caigamos en el error que todo vale. Esta transición debe ser justa y ordenada donde exista un futuro industrial y de empleo y visto lo visto y reiterándome en lo positivo de esta reunión, dejar fuera una parte importante del sector y dejando fuera a 2.000.000 de trabajadoras y trabajadores y no tener todas las perspectivas industriales y sociales, esta transición se puede pagar muy cara y ese pago lo harán los empleados y eso no puede permitirse".
La misma crítica la podrían hacer otras muchas organizaciones del automóvil que esperan también ser escuchados en una verdadera cumbre del sector que tenga resultados reales para reactivar el mercado y enfocar la industria hacia la movilidad futura. La foto tiene que incluir a todos los actores.