Ford ha presentado a bombo y platillo la compra de la vieja y abandonada estación de tren de Detroit. El edificio neoclásico y las oficinas anexas, que cerraron en 1988, se convirtieron en un símbolo de la decadencia de Detroit. Ahora Bill Ford, el tataranieto del fundador de Ford, tiene un proyecto que va más allá del centenario fabricante de automóviles. "No estamos haciendo solo una apuesta por Detroit. Estamos haciendo una gran apuesta en el futuro de Ford y en el futuro del transporte. Es apasionante imaginar lo que puede ser posible si construimos junto el mañana", indicó Bill Ford con motivo de la presentación de la compra del edificio en proceso de degradación y recubierto de grafitis.
Los problemas derivados de los cierres de fábricas en Detroit
La operación de compra de la vieja estación central de tren de Detroit muestra los problemas de la antigua capital del automóvil y de los fabricantes de vehículos. La oleada de cierres de fábricas y oficinas en Detroit y su traslado a otras zonas de EEUU más baratas como el valle del Mississippi o México y Canadá han dejado el tejido productivo superviviente muy tocado y con una mala imagen para captar a trabajadores cualificados de otros sectores. "La estación central de Michigan es un poderoso símbolo de las dificultades de Detroit y ahora de su resurgimiento, pero la inversión de Ford en Corktown (el barrio obrero que rodea la estación) va más allá del simbolismo", aseguró Bill Ford. La marca norteamericana quiere pilotar la transición hacia la nueva movilidad y sus servicios asociados desde la simbólica Detroit y no desde Silicon Valley. De hecho, es la medida más visual tomada hasta ahora por el nuevo consejero delegado de Ford, Jim Hackett, que accedió al cargo con la misión de acelerar la transformación de la compañía.
Un campus de 2.500 empleados de Ford en la vieja estación
El proyecto de Ford pretende convertir el degradado edificio de la estación y las oficinas anexas en un campus digital con una forma de trabajo adaptada a las startups que pueda atraer a 2.500 nuevos empleados que acepten trabajar en las nuevas áreas del coche conectado, la conducción autónoma, el vehículo eléctrico y las apps de servicios de movilidad. El nuevo campus tiene que estar listo en 2022, aunque ya cuenta con la semilla de la reconversión de una antigua fábricade medias cercana en la que ya trabaja un grupo de empleados de Ford conejillos de indias del nuevo entorno de trabajo,