La imagen de Elon Musk sigue en caída libre y, con ella, la de Tesla. El gigante de los coches eléctricos ha sufrido un duro golpe en ventas durante enero, especialmente en Alemania y España, tras la última controversia del empresario de origen sudafricano. Su respaldo público a la ultraderecha alemana Alternativa para Alemania (AfD) y su aparición en un evento de la investidura de Donald Trump donde realizó un gesto interpretado como un saludo fascista han provocado lo que puede convertirse en un boicot masivo de consumidores.
Según los datos de la Autoridad Federal de Transporte por Carretera de Alemania (KBA), las matriculaciones de Tesla en el país cayeron un 59,5% en enero respecto al mismo mes del año pasado, con apenas 1.277 unidades vendidas. Esto ha reducido la cuota de mercado de la marca en Alemania a un escaso 0,6%, muy lejos de Volkswagen, que lidera con 46.381 unidades.
En España, la situación no es mejor. Tesla ha desaparecido del top 10 de coches eléctricos más vendidos, con una caída del 75,5% en sus matriculaciones. Su modelo estrella, el Model 3, que en 2024 fue el coche eléctrico más vendido en el país con más de 11.000 unidades, apenas ha sumado 130 ventas en enero, lo que supone un desplome del 82,36%. El Model Y, por su parte, ha sufrido una caída del 62,39%, con solo 129 unidades matriculadas.
Pegatinas contra Musk: "Lo compré antes de que Elon se volviera loco"
El rechazo hacia Musk no solo se traduce en menores ventas, sino en una creciente ola de consumidores avergonzados de haber comprado un Tesla antes de las polémicas declaraciones del magnate. En Alemania y Estados Unidos, proliferan pegatinas en los coches con lemas como “Lo compré antes de que Elon se volviera loco” o “Yo compré el coche, no el CEO”.
Uno de los impulsores de esta tendencia es Patrick Schneider, un diseñador gráfico del estado alemán de Baden-Wurtemberg, que ha encontrado un inesperado negocio en la venta de pegatinas anti-Musk. "Siempre que hay un tema realmente estúpido, veo que mis ventas suben", explicó a rbb24. "Desde que Musk apoyó a AfD, mis pedidos han aumentado considerablemente".
Schneider asegura que el comportamiento de Musk ha convertido a los propietarios de Tesla en blanco de ataques y burlas. “Cuando conducía mi Tesla, me insultaron en la gasolinera y en el supermercado porque la gente cree que soy un votante de Trump o de AfD. La pegatina en el parachoques me ahorra muchas discusiones”, relata.
Musk, en guerra con Europa
El rechazo en Alemania se produce tras una serie de ataques de Musk contra los líderes germanos, acusándolos de ser "tontos incompetentes" y pidiendo la dimisión inmediata del canciller Olaf Scholz. Además, en una reciente transmisión en vivo con Alice Weidel, líder de AfD, Musk la respaldó abiertamente mientras la política defendía posturas ultraderechistas e incluso llegó a afirmar que Adolf Hitler era un comunista.
Pero Alemania no ha sido el único blanco de Musk. En los últimos meses, el magnate ha criticado abiertamente a Emmanuel Macron, Keir Starmer y a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lo que ha generado tensiones con la UE. Esto ha llevado a una creciente presión para que Bruselas adopte medidas contra Tesla, como posibles sanciones o limitaciones a las ayudas para coches eléctricos de la compañía en Europa.
Tesla, fuera del podio eléctrico
Mientras Tesla se desploma, la competencia sigue ganando terreno. En España, el Kia EV3 fue el coche eléctrico más vendido en enero con 417 matriculaciones, seguido del BYD Dolphin (394 unidades) y el Dacia Spring (374 unidades).
La marca estadounidense ha sido relegada por fabricantes chinos como BYD, cuya presencia en Europa sigue creciendo. En Alemania, las marcas locales también han fortalecido su presencia, con Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz liderando el mercado de eléctricos sin necesidad de recurrir a polémicas mediáticas.
¿Tesla en crisis? Un golpe a su imagen global
La caída de ventas y la creciente ola de rechazo hacia Elon Musk pueden marcar un punto de inflexión en la historia de Tesla. Si bien la compañía sigue siendo líder en el sector eléctrico, su imagen se ha deteriorado gravemente, afectando tanto a la confianza de los consumidores como a su posición en el mercado europeo.
Elon Musk, que hasta hace unos años era visto como un visionario de la movilidad eléctrica, se enfrenta ahora a la paradoja de convertirse en el mayor obstáculo para el crecimiento de su propia empresa. ¿Podrá Tesla recuperarse de este golpe o será el principio del fin de su dominio en la industria del coche eléctrico?