La Comisión Europea tiene muy clara la hoja de ruta para convertir a Europa en una potencia mundial en fabricación de baterías. Dentro de cuatro años, la Unión Europea se habrá convertido en el segundo productor mundial del preciado componente de los vehículos eléctricos, solo por detrás de China, algo que ahora mismo parece un objetivo inalcanzable.
Para dar ese paso de gigante, la Unión Europea cuenta en estos momentos con unos 30 proyectos de plantas de baterías para coches eléctricos que "satisfarán ampliamente la demanda impulsada por la movilidad eléctrica", según anunció el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, en un encuentro de la Alianza Europea de Baterías. En la reunión han participado el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, y representantes de los catorce Estados miembros con inversiones "significativas" en la cadena de valor de las baterías. En nombre de España ha participado el secretario general de Industria y Pyme, Raül Blanco.
Algunos de esos proyectos prevén ubicar en España plantas de producción de celdas de energía. Hay 10 comunidades autónomas que tienen en marcha proyectos para fabricar baterías o intervenir en alguna parte de la cadena de valor y optar a los fondos europeos Next Generation EU. El Gobierno español impulsa también una factoría mediante un consorcio público-privado en el que también participan Seat y Volkswagen.
"A pesar de la pandemia, Europa sigue siendo un punto de acceso de baterías, cerrando la brecha de inversión con nuestros principales competidores asiáticos y avanzando rápidamente hacia su autonomía estratégica abierta en este sector crítico", indicó Sefcovic.
Proyectos tractores europeos
La Alianza está apoyando casi 70 proyectos industriales relacionados con todo el ciclo de las baterías y de la movilidad eléctrica que se espera que creen de 3 a 4 millones de empleos para 2025. Dos de esas iniciativas han sido calificadas por la Comisión Europea como Proyectos de Interés Común e involucran a 59 empresas de 12 Estados miembros con un valor conjunto de sus inversiones públicas y privadas de 20.000 millones de euros. "Muchas de las inversiones en baterías han avanzado recientemente en sus cronogramas y han aumentado su capacidad de producción esperada", añadió el vicepresidente de la Comisión.
Sefcovic ha destacado los avances de la electromovilidad, con un mercado que registró máximos históricos con más de un millón de automóviles eléctricos registrados, duplicando efectivamente su número en las carreteras de la UE.
Sin embargo, queda todavía mucho por hacer para seguir avanzando en electromovilidad en Europa. La Comisión Europea ha pedido que se aceleren las negociaciones para que la nueva normativa sobre baterías sea aprobada "como muy tarde" en 2022, algo "indispensable" para que el bloque encare desde una buena posición el incremento esperado en la producción de este producto para el año siguiente.
Obtención de materias primas
"Debemos acelerar los trabajos entorno a la propuesta de reglamento sobre baterías y conseguir adoptarlo en 2022 como muy tarde, al tiempo que mantenemos el nivel general de ambición de la propuesta en sostenibilidad y reciclaje. Esto es indispensable, dado el aumento esperado de la producción de baterías en 2023", ha destacado Maros Sefcovic.
Además, el Ejecutivo comunitario ve "esencial" el refuerzo del "abastecimiento y procesamiento local" de materias primas que se utilizan para fabricar baterías, así como la producción local de "complementes clave" que determinan el rendimiento de las baterías de iones de litio. Esto, ha advertido el eslovaco, exige inversiones "significativas" y una movilización "importante" de financiación pública.
Otro desafío de la UE en este ámbito que ha nombrado el vicepresidente de la Comisión Europea es la necesidad de satisfacer la demanda de fuerza laboral de este sector. Actualmente, ha afirmado Sefcovic, el mercado laboral europeo "no cubre suficientemente esta demanda", por lo que es necesario pasar a la "formación sobre el terreno" a través de programas nacionales de empleo.