En las últimas semanas, una nueva tendencia había despertado la esperanza del sector del automóvil en pleno tsunami del coronavirus. Algunas encuestas como la del RACE han detectado una mayor predisposición en la sociedad para desplazarse en coche para huir de las aglomeraciones del transpotte público. Sin embargo, un nuevo estudio de Ipsos ha tirado un jarro de agua fría en esas previsiones.
Los españoles se encuentran entre los menos dispuestos a comprar un automóvil tras la crisis del Covid-19, junto con los italianos y los brasileños. En el otro lado destaca China, cuyos habitantes son los que presentan más predisposición a adquirir un coche en los próximos meses. En líneas generales, tres de cada cinco encuestados en el estudio global de Ipsos han cambiado sus planes sobre la compra de un vehículo. Donde más se han mantenido estos planes previos a la crisis es en Alemania, Reino Unido, Francia y Estados Unidos.
En cambio, según el RACE el 20% de los encuestados que iba al trabajo en transporte público cambiará a la modalidad privada cuando todo esto haya acabado, mientras que todos aquellos que ya utilizaban el coche antes de la crisis afirman que lo seguirán haciendo después. Asimismo, destaca que el 25% de los conductores habituales que se desplazaban andando al trabajo asegura que también usarán su automóvil particular para sus desplazamientos laborales cuando acabe el confinamiento.
Compra según la situación
Según Ipsos, hay diferentes factores que afectan al tipo de inversiones que decidimos hacer, por ejemplo, aquellos que viven en grandes ciudades están más dispuestos a comprar un coche nuevo. También la edad es otro factor importante, ya que los mayores han cambiado menos sus planes en este sentido que los más jóvenes. Y por supuesto nuestra situación personal, como por ejemplo los que son padres, que tienen más predisposición a adquirir un nuevo vehículo durante los próximos meses.
Entre aquellos que quieren comprar un coche tras la pandemia, la principal motivación es la misma para todos: sentirse más seguros y protegidos al poder evitar el transporte público. En Estados Unidos, China, Brasil y los países europeos encuestados confiesan que su única motivación es esta.
La situación financiera y la incertidumbre económica son los principales motivos de aquellos que confiesan que no tienen intención de adquirir un coche en los próximos meses, según el sondeo de Ipsos. Los más preocupados por los problemas económicos que vengan tras la pandemia son los franceses, los rusos, los ingleses y los estadounidenses. Las mujeres y los pertenecientes a las generaciones Y y Z también son más propensos a evitar gastar dinero en estos momentos, algo que no sorprende ya que muchos de ellos se han visto afectados en sus empleos por el coronavirus. Sin embargo, esto no significa que ningún consumidor vaya a realizar una compra como esta próximamente, si no que muchos están esperando que se mejoren las condiciones de compra como la posibilidad de tener el 0% de financiación, pagos aplazados o protección ante la posible pérdida de empleo, o descuentos importantes en los precios.