Los marcadores sobre movilidad eléctrica que elabora periódicamente la patronal Anfac muestran la magnitud del retraso que acumula España. La electromovilidad crece, pero a un ritmo insuficiente para acercarse a los países punteros, que avanzan a mucha más velocidad. "España se encuentra a la cabeza del grupo de los rezagados", decía José López-Tafall, director general de Anfac, como resumen de la desoladora situación.
El único consuelo para España, aunque de corto recorrido, es que hemos superado a Italia en el ranking de penetración de vehículos electrificados. Además, de Italia, solo Hungría y República Checa están peor que España a pesar de haber mejorado 4,6 puntos y lograr una nota de 21,5 frente a una media en la UE de 40,4. El promedio de los 27 se frenó en 2023 debido al desplome de las ventas de vehículos eléctricos e híbridos enchufables en Alemania por el súbito final de las ayudas públicas.
Déficit de puntos de carga
En el ranking global de electromovilidad, España ocupa también la cuarta posición por la cola, por delante de los rezagados Italia, Hungría y República Checa. En cabeza del ranking se sitúan Noruega, Países Bajos, Alemania y Francia.
En puntos de carga, la foto que sale del Barómetro de Electromovilidad deja a España con solo 6,7 puntos sobre 100 (2,8 puntos más que en 2022), lo que supone 7,7 puntos por debajo de la media europea al ocupar la antepenúltima posición solo por delante de República Checa y Hungría.
España acabó 2023 con 29.301 puntos de recarga para vehículo electrificado de acceso público, 11.173 más que en 2022, según las estimaciones de Anfac basadas en los datos de la plataforma colaborativa de usuarios Electromaps. Además, al acabar el año pasado había 7.728 puntos de recarga fuera de servicio por averías o víctimas de la burocracia de las administraciones y de las distribuidoras eléctricas. Otras estimaciones como la de Aedive elevan la cifra de puntos de carga instalados en España.
Oferta de coches eléctricos
Los 29.301 puntos de carga dejan a España muy lejos del objetivo que se fijó el Gobierno para 2023 de 45.000 puntos de carga en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) y en el 'Fit for 55' de la Unión Europea.
"Es necesario acelerar porque el despliegue de los puntos de recarga lleva mucho más tiempo que activar la demanda. Nosotros tenemos los vehículos eléctricos e híbridos enchufables disponibles en los puntos de venta, en los concesionarios. Si alguien compra ahora un vehículo, se lo lleva en dos, tres meses, pero con la instalación de puntos de recarga no pasa lo mismo, especialmente con los de alta potencia que apenas suponen el 5% del total de los que hay en España", destacó José López-Tafall.
Los últimos datos confirman que la electrificación avanza a dos o más velocidades en el viejo continente. "Europa se está partiendo en dos bloques, el bloque de arriba cada vez va más rápido, el bloque de abajo que está luchando por mantener el ritmo", alertó el director general de Anfac.
Para la patronald e fabricantes de vehículos, todos estos datos que muestran el retraso de España en movilidad eléctrica avalan su petición de reformar el plan Moves, que se encuentra en negociación. Unos días antes, el presidente de Anfac, Wayne Griffiths, reclamó a Pedro Sánchez que cumpla su compromiso de mejorar los incentivos a los vehículos eléctricos para evitar la situación actual, en la los usuarios tardan un año o más en cobrar la subvención.
