Parece que los patinetes de alquiler temporal han llegado a las ciudades para quedarse, pero no todas las empresas que los explotan son iguales. Tras la marca Spin, presente en Madrid y Tarragona, se esconde una filial de Ford Motor Company con base en San Francisco. La compañía ha desembarcado hace tres meses en España, primero en Madrid y luego en Tarragona con una flota de 750 patinetes en la primera y 500 en la segunda. Hemos conocido cómo funciona Spin, que tiene unas características que la diferencian un poco de sus competidores: inversiones propias, todo el personal (30 personas) es contratado, no tienen personal externo, y todas sus operaciones se hacen con 0 emisiones.
Los patinetes no se recogen para recargarlos en la central, sino que se cambian las baterías en la calle y se distribuyen con furgonetas 100% eléctricas. Esto permite que los patinetes estén un 95% del tiempo en la calle, sólo se retiran si tienen fallos o por averías. En Madrid la compañía cuenta con cuatro furgonetas Citroën Berlingo y en Tarragona tres Nissan NV200, en el futuro esos vehículos serán Ford. En estos tres meses de operaciones, el uso de vehículos 100% eléctricos ha evitado la emisión a la atmósfera de cuatro toneladas de CO2.
Trayecto medio de 4.4 km
Filippo Brunelleschi, responsable de Spin para España y Portugal, nos mostró el centro logístico de la compañía en Madrid, una luminosa nave industrial en el barrio de San Blas, donde se recargan las baterías de los patinetes y también hay un taller de reparación. Las principales averías tienen que ver con los frenos y la conectividad y antes de devolverlos a la calle deben pasar ocho puntos de control de calidad.
Brunelleschi, romano de nacimiento, que trabajó anteriormente en Acciona, reconoció que Madrid, donde operan casi una decena de empresas de este tipo, "es una ciudad estratégica para Spin". Las peculiaridades de esta empresa incluyen tres tipos de patinetes, uno de tres ruedas (dos delante) que transmiten más seguridad, otro inteligente con sensores y cámaras que permiten controlar el vehículo para que no circule en zonas prohibidas o aceras e incluso pararlo y un tercer modelo convencional. Los patinetes de Spin tienen una autonomía de entre 50 y 60 km pero las baterías se cambian cuando están entre el 30% o el 50% del nivel de carga para asegurar la máxima autonomía a los usuarios que, de media recorren unos 4,4 km por trayecto. Su velocidad máxima es de 25 km/h y el coste de cada uno de ellos son unos 700 dólares (alrededor de 575 euros).
Todas las baterías que utiliza Spin en España son de Segway, una de las empresas pioneras en la movilidad eléctrica sobre dos ruedas, y el desarrollo de los actuales patinetes se ha hecho en colaboración con Ninebot, una filial de Segway. Pero Spin y Ford trabajan ya en California en el desarrollo de su propio patinete, que estará disponible antes de final de año y que se llamará S-150, un guiño al modelo de Ford más vendido en Estados Unidos, la pick-up F-150.
Patinete de conducción autónoma
Entre los proyectos en los que trabaja la compañía está la conducción autónoma de los patinetes para que queden bien aparcados tras su uso, actualmente se puede hacer en remoto y la puesta en marcha de una academia de seguridad vial de este tipo de vehículos. Brunelleschi avanzó que la compañía ha solicitado al Ayuntamiento de Madrid que la nueva regulación que prepara para los patinetes “eleve el nivel de exigencias”. Una de las iniciativas de Spin es lanzar bonos por horas, días, semanas o meses, los denominados Spin Pass que a diferencia de la facturación por tiempo consiguen una conducción más calmada y prudente.
Spin está presente actualmente en más de 100 ciudades de cinco países, principalmente en Estados Unidos, donde opera también una veintena de campus universitarios, y en Canadá. En Europa sólo ha desembarcado por ahora en tres países. Alemania, donde está en 11 ciudades, y en dos localidades de Reino Unido y de España
