La presentación del superdeportivo eléctrico Volar-e llevada a cabo en el circuito de Montmeló reunió a una nutrida representación de políticos de la Comisión Europea, de la Generalitat y de directivos de Applus Idiada. Pero entre tantos anfitriones e invitados faltaba el verdadero inspirador de este bólido de 1.000 caballos: el joven croata de 25 años Mate Rimac.
El consejero delegado de Applus Idiada, Carles Grasas, empezó su intervención con una inevitable mención a la contribución de Rimac al proyecto del Volar-e encargado por la Comisión Europea. "Rimac ha aportado el coche en el que nos hemos basado, el Concept One, porque era la única forma de tener listo el prototipo en sólo cuatro meses". La comparación exterior, interior y de las características técnicas del Concept One y del Volar-e no dejan lugar a dudas.
Pero, ¿quién es Mate Rimac? Su perfil responde al de un emprendedor nato con una base técnica. Mientras estudiaba ingeniería en la Universidad de Zagreb, iba diseñando y creando productos innovadores. el primero que comercializó fue iGloves, unos guantes que permiten substituir el teclado y el ratón para trabajar con ordenadores. Su afición al automóvil y su inquietud técnica le llevaron a impulsar su primer coche eléctrico desde el garaje de su casa cuando tenía 19 años.
Así relata el origen de su aventura en el sector de la automoción: "Yo tenía un viejo BMW que utilizaba para correr algunas carreras en circuitos. En una de ellas, el motor de gasolina explotó. Entonces me decidí a intentar la construcción de un vehículo eléctrico. Después de un año el coche ya funcionaba, pero no estaba satisfecho con el resultado. Era pesado, no muy potente y con una autonomía muy limitada. Empecé a reunir a un equipo de expertos para desarrollar nuestros propios componentes, ya que creía que la propulsión eléctrica puede dar mucho más en comparación con lo que había disponible en el mercado. En ese momento, ya tenía una visión muy clara de mi objetivo final. Hoy en día, el trabajo duro es hacer mi sueño hecho realidad".
En el sector es conocido que para diseñar un coche se necesitan entre 18 meses y dos años como mínimo. Sin quitar mérito a los 180 ingenieros que han trabajado en el Volar-e, está claro que se ha aprovechado una buena parte del Concept One, un coche que Rimac tiene intención de vender a un máximo de 88 supermillonarios a un precio de casi un millón de dólares. Es de suponer, por tanto, que una buena parte de los cuatro millones de euros que ha costado el Volar-e se han dedicado a pagar el Concept One que ha servido de "base".
Todo sea por llamar la atención y atraer a más compradores de coches eléctricos, que buena falta hace como reconoció el comisario europeo de Industria, Antonio Tajani. El glamour del Volar-e puede ayudar a vencer los tres problemas que frenan la nueva movilidad, según el comisario: la falta de postes de recarga, el miedo de los consumidores a quedarse tirados y unas prestaciones limitadas.