Sir James Dyson, propietario de la marca de aspiradoras de gama alta Dyson, ha abierto la caja de los truenos en Inglaterra. El empresario, uno de los principales valedores del Brexit, ha anunciado la decisión de la compañía de construir en Singapur una fábrica para producir coches eléctricos, lo que ha generado numerosas críticas en el Reino Unido. La nueva planta forma parte de un proyecto con una inversión global de casi 2.900 millones de euros para aplicar la tecnología de las aspiradoras en nuevos coches eléctricos. La construcción de la factoría estará lista en 2020 y la producción de coches eléctricos se iniciará en 2021, según los planes comunicados por James Dyson al primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong.
James Dyson deja al Reino Unido sin una inversión de 2.900 millones
El presidente ejecutivo de Dyson, Jim Rowan, justificó la "compleja" decisión sobre emplazamiento de la fábrica en la existencia de una red de proveedores, el acceso a los mercados asiáticos y la experiencia previa de la compañía en Singapur, donde ya tiene un centro desarrollo de aspiradoras y su tecnología. Pero la decisión de Dyson ha sido recibida con críticas en el Reino Unido, que ha perdido la opción de producir los nuevos coches eléctricos de la marca británica. Los críticos recuerdan el apoyo entusiasta de James Dyson al Brexit para que Inglaterra salga de la UE. En plena tormenta política por el Brexit en Reino Unido, la compañía ha anunciado que invertirá en Singapur y no en Inglaterra.
