¿Tiene sentimientos un Dummy? Los sufridos maniquíes con formas humanas salvan la vida de muchas personas gracias a las pruebas de choque en las que participan. Después de miles choques, Ford ha hecho un ejercicio de tratar a los Dummies como si fueran personas en un vídeo con un final sorprendente.
Estos humanoides tienen una larga historia a sus espaldas. Los primeros que utilizó Ford en los años 50 se llamaban Ferd I y Ferd II y estaban construidos de forma más rudimentaria que sus descendientes actuales. Pero ya tenían instrumentos electrónicos en la cabeza para simular el cerebro, un armazón metálico que emulaba el esqueleto y diferentes texturas de plásticos para simular músculos y la piel.
Un Dummy actual cuenta con unos 200 sensores para registrar el efecto de un choque en su cuerpo simulando el de una persona. Ford cuenta con una familia de unos 40 maniquíes en el centro de Merkenich (Alemania) que van desde el tamaño de un niño hasta el de un adulto de 100 kilos. La preparación del Dummy para una prueba de choque tarda alrededor de medio día.
Un chequeo para Dummies
Cada Dummy se identifica con un número en lugar de un nombre. Poco antes de someterlos a choques frontales y laterales se prueban sus sensores. Después de cada 'crash test', los técnicos examinan a los maniquíes como si fueran médicos que reconocen a un herido para comprobar los daños sufridos, que serán la clave para determinar si un coche es seguro y consigue la máxima calificación de cinco estrellas en pruebas como las de Euro Ncap.
Las lesiones más frecuentes de los Dummies son la rotura de las piezas que simulan las costillas humanas. Al cabo de un máximo de 10 pruebas, los humanoides se someten a un "chequeo de salud completo", según explica Ford.
En la insólita prueba organizada por la marca, los maniquíes van vestidos con ropa como si fueran creaciones fruto de la inteligencia artificial. En la ficción creada por la marca, los Dummies se acaban rebelando o ganando la libertad y se van 'conduciendo' un Ford Focus.
