A menudo, las mejoras tecnológicas que permiten una reducción sensible de las emisiones de los vehículos tienen un sobrecoste que los fabricantes acaban trasladando a los precios. Ese sobrecoste alcanza una diferencia máxima con los coches de combustión interna en el caso de los turismos 100% eléctricos. Pero, ¿qué sobrecoste están dispuestos a pagar los consumidores por un coche más ecológico?
Se trata de una pregunta trascendental para entender lo que está pasando en el mercado automovilístico español y europeo, con unas velocidades de la electrificación muy diferentes entre los países más avanzados y los más atrasados, como el caso de España. La encuesta 'Opinión pública YouGov' encargada por la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E), de la que Ecodes es miembro, ha preguntado a los europeos por esa cuantificación del plus ecológico.
El 71% de los españoles y un 65% del conjunto de los europeos pagarían hasta 500 euros adicionales para adquirir un vehículo menos contaminante que otras ofertas presentes en el mercado. Según la encuesta, los españoles se declaran como los más ecologistas ya quye la aceptaciçon del plus de hasta 500 euros por un coche más ecológico baja hasta el 56% en Francia y el 57% en Alemania. Sin embargo, estos datos no se corresponden con la realidad del mercado de la movilidad eléctrica, que tiene más penetración en Francia y Alemania que en España a pesar de que los precios de los nuevos vehículos propulsados con baterías pueden superar en 10.000 o 15.000 euros
Más exigencia a los fabricantes
Otro de los puntos que recoge la encuesta es una alta exigencia de los consumidores con los fabricantes de vehículos en el camiono hacia la reducción de las emisiones. Un 88% de los encuestados quieren que los fabricantes estén obligados por ley a reducir las emisiones de los automóviles nuevos tanto como sea técnicamente posible.
Por otro lado, la encuesta ha revelado también que el 85% de los españoles apoya que se exija a los fabricantes de coches unos límites legales mínimos de contaminación en todas las circunstancias. Sin embargo, los actuales límites no se aplican en los desplazamientos cortos dentro de las ciudades ni cuando se acelera rápido, lo que emite más contaminación.
En los coches de segunda mano, la mitad de los encuestados (54%) se muestra también a favor de que el vehículo cumpla un mínimo legal de contaminación. Solo el 9% no espera que un coche de segunda mano cumpla ese criterio.
Más controles de emisiones
La directora de la oficina de T&E en España, Isabel Büschel, ha señalado que los datos demuestran que el público quiere "los coches más limpios posibles", y ha añadido que las afirmaciones de los fabricantes de coches "eran un engaño" porque los consumidores están dispuestos a pagar la diferencia.
En la actualidad solo se verifican las emisiones de los coches durante los primeros cinco años de vida o durante sus primeros 100.000 kilómetros, pese a que muchos de ellos permanecen en las carreteras durante mucho más tiempo, especialmente en Europa del Sur, Europa Central y Europa del Este.
El responsable de proyectos de Ecodes, Cristian Quílez, ha afirmado al respeto que mantener unos niveles de contaminación reducidos durante solo cinco años, cuando la mayoría de los coches siguen usándose durante mucho más tiempo, "constituye una amenaza para la salud pública". "Estamos ante un paso indispensable para mejorar la calidad del aire, un problema al que deben hacer frente todas las ciudades, apostando por una movilidad urbana de cero emisiones", ha sentenciado.
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