La cuota de mercado de los SUV se ha disparado en los últimos años hasta representar el 38% de las matriculaciones de automóviles nuevos en la UE. El 'boom' de este tipo de vehículos muestra la conexión con los gustos de los consumidores, aunque tiene algunos inconvenientes. Uno de ellos es que los todocaminos con más pesados y más contaminantes que otros vehículos a los que sustituyen como berlinas y turismos compactos. Pero, ¿qué efecto tiene el auge de los SUV en las emisiones de CO2?
Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los vehículos nuevos comercializados en la Unión Europea durante el año pasado crecieron un 1,3% respecto al año anterior, debido a la alta demanda de vehículos todocamino (SUV) como factor principal. Así concluye la organización medioambiental Transport & Environment (T&E) a raíz de los datos publicados por la Agencia Europea de Medio Ambiente, que recuerda que este tipo de vehículos representan actualmente un 38% de todos los automóviles nuevos vendidos en Europa, frente al 7% que representaban en 2008.
Los SUV, menos aerodinámicos
La asociación explica que un todocamino promedio de gasolina vendido el año pasado aumentó sus emisiones a 134 gramos por kilómetro (g/km), mientras que el promedio de otros automóviles de gasolina vendidos fue de alrededor de 121 g/km, ya que los primeros son más pesados y menos aerodinámicos.
De media, los datos provisionales muestran que los automóviles nuevos vendidos en 2019 emitieron 122,4 gramos de CO2 por kilómetro, 1,6 g/km más que el promedio del año anterior. La entitad medioambiental que ha elaborado el estudio destaca que los fabricantes están aprovechando hasta el último momento posible antes de impulsar modelos más limpios para cumplir con el objetivo climático 2020/21. A final de 2020, las emisiones medias de la gama de vehículos comercializados por las marcas generalistas no puede superar los 95 gramos de CO2 ya que, de lo contrario, se exponen a multas millonarias.
Actualmente, los fabricantes de automóviles en la UE tienen que cumplir con los objetivos de emisiones de cinco años, con el último estándar aplicado en 2015, lo que les permite retrasar el lanzamiento de vehículos más limpios hasta el último minuto. Por ello, T&E considera que la UE debería pasar a plazos anuales o bianuales. "Es un escándalo que un año después de su objetivo de CO2, los fabricantes de automóviles sigan presionando con los todocaminos, que consumen mucho combustible", señala la directora senior de vehículos limpios en T&E, Julia Poliscanova.
Más gasolina que diésel
"Los fabricantes de automóviles que eligen imprudentemente impulsar todocaminos lucrativos ahora están pidiendo el dinero de los contribuyentes para prolongar la bonanza contaminante. Los esquemas nacionales de desguace solo deberían apoyar la transición a automóviles sin emisiones y una industria automotriz más competitiva y preparada para el futuro", concluye Poliscanova.
Aunque la entidad no lo menciona, hay otro factor importante que explica el aumento de las emisiones de CO2 que se registra en Europa desde hace unos años. Se trata del auge de los vehículos de gasolina frente a los de diésel después de la mala imagen que se ha ganado este combustible al haber sido acusado de estar detrás del incremento de la polución en las ciudades por óxidos de nitrógeno (NOX). Sin embargo, el sector automovilístico recuerda que los coches de gasolina tienen unas emisiones de CO2 superiores a los que utilizan los de gasóleo, mientras que los diésel de nueva generación tienen unos niveles de NOX muy similares a los de gasolina.
El auge de los vehículos de gasolina y de los SUV ha hecho que los ingresos por impuesto de matriculación hayan subido también en los últimos años debido a la comercialiación de vehículos con unas emisiones superiores a los 120 gramos, el nivel hasta el que los turismos están exentos del pago de este tributo.