El futuro es de los coches híbridos y eléctricos, pero mientras tanto hay que sobrevivir en la jungla de la electromovilidad. A su lado, repostar en una gasolinera es pan comido y deja todavía más en evidencia la complejidad de los puntos de carga de baterías. Hemos experimentado durante una semana el lío de los postes de recarga. Es complicado, pero es posible sobrevivir y, lo más interesante, cargar nuestro eléctrico o híbrido gratis.
Para conseguirlo, solo hay que poner mucha voluntad para conseguir la información necesaria sobre la ubicación de esos puntos de carga, si están en funcionamiento y todo lo necesario para activarlos. En España hay múltiples redes de puntos de recarga de baterías, algunas con una presencia muy extendida y otras muy localizadas. Pero hemos podido comprobar que esas redes no se hablan entre ellas. Como mucho podemos aspirar a que alguna aplicación que actúa como agregador de información como Electromaps o, recientemente, Google Maps nos sitúen sobre el mapa la localización de esos enchufes tan buscados.
En nuestro caso, hemos hecho la prueba con un Ford Kuga PHEV híbrido enchufable, que tiene una autonomía en modo exclusivamente eléctrico de 60 kilómetros. Evidentemente no se puede comparar a un coche 100% eléctrico, ni en su autonomía ni en el tiempo necesario para su recarga. Es un handicap pero también una ventaja.
Una app para cada red
La primera conclusión es que hemos constatado la urgente necesidad de unificar la información y ofrecer fiabilidad sobre la operatividad de los puntos de carga, algo que el Gobierno tiene en fase de resolución mediante la creación de una plataforma que registre esos datos. El despegue de la electromovilidad no solo depende de la oferta de modelos y de sus precios más asequibles, sino también de la facilidad de acceso y gestión de la recarga.
Si queréis salir airosos de la junga de la electromovilidad, preparad el móvil para descargar un montón de aplicaciones con las que gestionar el pago en cada una de las redes. En todos los casos, tenemos que registrarnos, dar todo tipo de permisos a la app y, en alguna ocasión, es obligatorio introducir una tarjeta de crédito.
En nuestra prueba de una semana, nos hemos dedicado a buscar puntos de carga gratuita y, para nuestra sorpresa, hay bastante oferta. En nuestra zona en el área metropolitana de Barcelona e incluso en otras áreas es posible repostar los kWh de nuestra batería sin coste alguno, únicamente la inversión de tiempo inicial para darnos de alta como usuarios de la red.
El primer test lo hicimos en Ikea, que dispone de puntos de carga a una velocidad de 7,4 kW que nos permitía cargar un 40% de la baterías del Ford Kuga de 14,4 kWh en una hora y media. Y gratis con la aplicación de Iberdrola, que es la empresa que gestiona estos postes.
Recargas gratis
La siguiente parada fue en un Mercadona, donde nos pudimos enchufar a los puntos disponibles a una velocidad de 3,7 kW. Aunque es una velocidad lenta, es de agradecer que es gratis y que no requiere descargarse una aplicación.
Cerca de estos puntos también probamos la electrolinera del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que sigue ofreciendo la recarga rápida gratuita precio registro en la app propia.
Nuestra prueba tambien ha servido para comprobar la utilidad de la información colaborativa que dan los usuarios en una app como Electromaps. Aunque íbamos sobre aviso, constatamos que los puntos de carga del centro comercial La Maquinista de Barcelona son muy resplandecientes pero son solo decorativos porque no funcionaban, excepto el reservado para Tesla.
Por último, decidimos probar suerte en el área de Girona, concretamente en Banyoles. Allí, junto al lago, pudimos recargar sin coste a una velocidad de 22 kWh en este punto del Ayuntamiento gestionado a través de la app EV Charge.
Por supuesto, además de ir con el móvil cargado de aplicaciones es necesario ir pertrechados con los correspondientes cables para puntos rápidos o semirápidos y con el adaptador para enchufes normales.