El desarrollo del coche autónomo es una tendencia internacional en el sector del automóvil, aunque con acusadas diferencias entre los países debido a las reglamentaciones y a las infraestructuras. España está bien situada en carreteras aptas para vehículos que circulen sin conductor, pero otros aspectos sitúan al país a la cola en el vehículo autónomo, aunque eso puede cambiar porque la DGT lo tiene entre sus prioridades.
España logra un aprobado raspado en el ranking del entorno necesario para el desarrollo del coche autónomo, con 50,5 puntos sobre 100, lejos de los países líderes como Estados Unidos (67,8 puntos), Suecia (63,3) o Finlandia (62,5), según el indicador elaborado por Anfac. España destaca a escala mundial por su nivel de red e infraestructuras de carreteras (90,7 puntos sobre 100), pero saca mala nota en nuevas tecnologías, ciberseguridad y calidad de las redes de conexión.
Restricciones normativas
Uno de los frenos al impulso del coche autónomo en España radica en una normativa más restrictiva que en otros países ya que la Ley de Tráfico no permite circular a vehículos con un nivel 3 o superior enn una escala hasta el 5. El resultado es que el 62% de los modelos a la venta en España cuenta con un nivel de autonomía 2. Sin embargo, el 23 % del parque automovilístico tiene el equipamiento técnico suficiente como para alcanzar el nivel 3.
Anfac considera que es "el momento oportuno" para poner en marcha un reglamento específico que asiente las bases para la entrada y circulación de vehículos con niveles de autonomía 4 en las carreteras de España durante este año, tal y como ya realizan países como Francia o Alemania. "El estudio forma parte de nuestro esfuerzo para que España, como gran productor a nivel mundial, no se quede descolgado en ámbitos tan fundamentales para la movilidad del futuro", ha explicado el director general de Anfac, José López-Tafall.
Real decreto del coche autónomo
Ese objetivo es misión imposible, según reconoció el subdirector general de Gestión de Movilidad y Tecnología de la DGT, Jorge Ordás, en la presentación del estudio de Anfac. España aspira a que en un año y medio puedan circular vehículos con un nivel de conducción automática de al menos 3 sobre 5. La DGT pretende que en seis meses se inicie la redacción de un texto legislativo que termine en un Real Decreto antes de acabar la legislatura.
Prueba de Mapfre
A la espera del cambio de normativa, siguen las pruebas de vehículos autónomos en algunas ciudades españolas. El centro de I+D de Mapfre Cesvimap ha presentado su prototipo por las calles de Ávila en su primer trayecto en un entorno de tráfico real. Fue solo un kilómetro de recorrido pero es el anticipo de otras pruebas con las que Mapfre quiere investigar los nuevos vehículos sin conductor y los riesgos que suponen. "La conducción autónoma nivel 4 y 5 abre una serie de incertidumbres que, desde el punto de vista de la seguridad vial y el seguro, Mapfre lleva años investigando en Cesvimap", indicó la aseguradora.
