El avance del coche autónomo en España se encuentra en un momento clave, aunque vive un divorcio entre la tecnología y la normativa. Según el último Barómetro sobre Vehículo Autónomo y Conectado elaborado por Anfac, los coches a la venta ya disponen de la tecnología necesaria para incorporar vehículos altamente automatizados, aunque la falta de un marco regulatorio impide su despliegue en las carreteras. Es una conclusión similar a la de un año antes, aunque se amplía la distancia entre la realidad tecnológica y regulatoria.
El último informe destaca que el 81% de los turismos disponibles en el mercado español ya cuentan con tecnología de nivel SAE 2, automatización parcial con asistente para mantener el carril y la distancia con el vehículo anterior. Algunas marcas han desarrollado sistemas para alcanzar el SAE 3, automatización condicional en la que el coche ya es capaz de circular por sí solo pero necesita de la supervisión y control humano. Sin embargo, los vehículos con niveles superiores (SAE 4 y 5) no pueden comercializarse ni circular en España debido a la ausencia de un marco legal que lo permita.
Normativa en desarrollo
Desde julio de 2024, la entrada en vigor del Reglamento General de Seguridad (GSR2) ha obligado a incluir sistemas avanzados como el frenado automático de emergencia (AEB), el asistente de velocidad inteligente (ISA) y el mantenimiento de carril (ELKS) en los vehículos nuevos. Estos avances han sido un paso importante hacia la conducción autónoma, pero el marco normativo definitivo que permitiría la circulación de vehículos automatizados podría llegar recién en 2025, según ANFAC.
José López-Tafall, director general de ANFAC, señala que “la tecnología avanza más rápido que la legislación”, y recalca que otros países europeos como Francia, Alemania y Reino Unido ya cuentan con normativas que permiten vehículos hasta nivel SAE 4 en circulación.
El barómetro analiza el nivel de autonomía en varias categorías:
- Turismos y autobuses lideran el avance tecnológico con un nivel potencial de autonomía de 3,1 sobre 5.
- Los vehículos comerciales ligeros muestran un potencial algo inferior (2,8), mientras que los vehículos industriales tienen un nivel promedio de SAE 2,5, aunque mejoran respecto al año anterior.
El desarrollo de vehículos conectados sigue siendo clave para garantizar la seguridad y eficiencia en las carreteras. Más del 90% de los modelos disponibles en España incluyen sistemas como Android Auto o Apple CarPlay, y tecnologías que optimizan el mantenimiento y la geolocalización.
El desafío de la aceptación social
Además de la normativa, la aceptación por parte de los usuarios es crucial. Según Felipe Jiménez Alonso, del Instituto de Investigación del Automóvil (INSIA), la integración progresiva de sistemas avanzados permite a los usuarios familiarizarse con las nuevas tecnologías, favoreciendo una transición natural hacia niveles más altos de automatización.
El informe deja claro que España está tecnológicamente preparada para adoptar la conducción autónoma. Sin embargo, hasta que no se implemente un marco regulatorio adecuado, este avance quedará limitado, retrasando el potencial económico, social y medioambiental que ofrece esta tecnología.
Con la aprobación esperada de la normativa en 2025, el país tiene una oportunidad única para posicionarse como líder en movilidad autónoma y conectada, aprovechando el esfuerzo de los fabricantes y la madurez tecnológica alcanzada.