El automóvil vive cambios profundos en muchos aspectos, pero pocos son tan disruptivos como el coche autónomo. Tanto es así, que la implantación de la conducción automatizada depende no solo de la tecnología, sino también de la psicología humana. ¿Qué percepción tienen los conductores de un coche autónomo? ¿Qué piensan las personas de la conducción autónoma?
Un estudio llevado a cabo por Audi con 21.000 entrevistas en nueve países responde a esas preguntas y detecta algunos problemas que tiene que superar el coche autónomo en su relación con los humanos. Al examinar las actitudes hacia la conducción autónoma, la tipología del usuario muestra que existen diferencias significativas, según explica el estudio.
Las respuestas de los entrevistados han permitido a los autores del estudio sociológico agrupar la respuesta humana al coche autónomo en cinco tipologías. "Al "conductor sospechoso" le gusta quedarse con lo que ya existe y usaría la conducción autónoma solo si se hubiera establecido por completo", destaca el informe.
Actitud reservada
El segundo tipo es el de los “reacios orientados a la seguridad”, que también tienen una actitud reservada en gran medida hacia la conducción autónoma. "Creen que los automóviles autónomos deben probarse primero durante años antes de permitirse en la carretera".
El "copiloto de mente abierta" es la tercera tipología de reacción y ve los beneficios de la tecnología y desea medidas de los campos de los negocios, la ciencia y la política para poner los coches en la carretera de manera segura.
Los "creadores de tendencias orientados al estado" están entusiasmados con los vehículos autónomos porque pueden demostrar su estilo de vida progresivo de esta manera. Por último, el "pasajero experto en tecnología" confía en la tecnología y quiere que sea presentada en todos los ámbitos.
Interés y curiosidad
"La conducción automatizada y autónoma tiene el potencial de mejorar sustancialmente nuestra movilidad", asegura Thomas Müller, jefe de conducción automatizada de Audi: "En el camino, junto con el desarrollo técnico, es de importancia decisiva convencer a las personas".
La encuesta subraya que hay un gran interés en (82%) y curiosidad (62%) por la conducción autónoma. En la nueva tecnología, los encuestados ven el potencial para el individuo y la sociedad, desde un acceso más fácil a la movilidad (76%) y una mayor comodidad (72%) hasta más seguridad (59%).
A más de la mitad de los encuestados les gustaría probar la conducción autónoma. Por otro lado, también existen preocupaciones claras, sobre todo el miedo a la pérdida de control (70%) y los riesgos residuales inevitables (66%). El 41% de los encuestados sospecha de la tecnología, y aproximadamente un tercio (38%) está ansioso. La mayor disposición a entregar el control se relaciona con el estacionamiento autónomo y los atascos en las carreteras.
