Seat ha iniciado su ofensiva en la movilidad eléctrica con el lanzamiento del nuevo Mii electric, al que seguirán otros modelos que se pondrán a la venta durante 2020. Pero el inicio del camino hacia la electrificación de Seat se remonta a varias décadas en las que la marca ha ido experimentando con varios vehículos pioneros anteriores a los nuevos automóviles eléctricos, que cubrirán un amplio abanico de necesidades de los usuarios.
Por las calles de Barcelona ya circuló un modelo eléctrico de Seat en 1992. Era el Toledo Electric, el decano de los coches sin emisiones de Seat que se utilizó en la prueba de maratón de los Juegos Olímpicos. Después vinieron las versiones eléctricas de los modelos Inca y Altea.
"El Altea eléctrico lo hacíamos a mano pero era necesario para desatascar el desarrollo de los coches eléctricos", asegura Santi Castellà, responsable de vehículo eléctrico de Seat. Gracias al trabajo hecho con esos modelos pioneros, la autonomía ha mejorado desde los 65 kilómetros del primer Toledo Electric hasta los 260 kilómetros del Mii electric y los 420 kilómetros del Seat el-Born que se lanzará este año.
Quitar el miedo a los eléctricos
El Mii Electric, el primer coche eléctrico producido en serie, abre el camino y actúa como un "quitamiedos" para dar seguridad a los automovilistas en relación con la autonomía para que den el salto del motor de combustión a la electromovilidad, según Castellà.
Para un usuario con el perfil más habitual en las ciudades, la carga de las baterías permite circular durante una semana antes de volver a enchufarlo. "Teniendo en cuenta que la media por conductor y día, en nuestro país, es de algo menos de 40 kilómetros, se dispone de energía suficiente para asegurar su uso diario sin necesidad de hacer cargas intermedias. Visto desde otro enfoque, con una sola carga podríamos cubrir el desplazamiento medio de 6 días, este es un aspecto a tener en cuenta cuando hagamos el cálculo del tiempo necesario para la carga de nuestra batería", explica Josep Bons, responsable de desarrollo eléctrico y electrónico de Seat.
El reto de cara al futuro para los ingenieros de Seat es seguir incrementando la autonomía, para lo que se está trabajando para ofrecer "más energía en el mismo espacio", según Bons. "El balance entre incremento de autonomía e incremento de potencia para vehículos con un perfil más deportivo deberá encontrar su equilibro para ofrecer a los clientes las prestaciones preferidas. Es por esto que en el ámbito de desarrollo de nuevas baterías se están rompiendo los paradigmas referentes a la selección de las diferentes tecnologías como por ejemplo, las características de las propias celdas (celdas de potencia y celdas de energía)", añade Josep Bons.
Nueva forma de conducir
Los automovilistas que se pasen al vehículo eléctrico percibirán algunos cambios en la conducción. "Uno de los aspectos que notará el conductor de un vehículo eléctrico -explica el experto de Seat, Josep Bons- es la potencia entregada ya que se percibe desde la primera vuelta del motor. Esta es una característica intrínseca de los motores eléctricos".
El sistema de frenado también tiene características especiales en los vehículos propulsados por baterías. "En los coches eléctricos se dispone de un sistema de recuperación de energía, también conocido como Frenada Regenerativa. Este sistema se activa en el momento en el que levantamos el pie del acelerador y sería el equivalente, en un coche de combustión, a pisar el pedal del freno de una forma muy suave. Además, este sistema ayuda a recuperar carga en las baterías".
Por último, el conductor de un coche eléctrico percibirá una sensación de mayor confort. "El silencio es otra de las características relevantes de estos vehículos. Si bien es cierto que la ausencia de los ruidos típicos de un vehículo convencional hace que la conducción sea mucho más confortable, será necesario extremar la atención en ciclos urbanos de baja velocidad ya que también queda reducida la indicación sonora para los peatones", advierte Josep Bons.
Pero las ventajas del coche eléctrico no se acaban ahí. En el terreno económico, en cada recarga de las baterías se va acumulando un ahorro considerable debido a la diferencia de precio entre la electricidad necesaria y la gasolina o el gasóleo. Además, su mantenimiento cuesta menos. Por si eso fuera poco, un coche sin emisiones tiene otras ventajas: permite evitar atascos al disfrutar del carril VAO o Bus en algunas ciudades, aparcar fácilmente y de forma gratuita, entrar en los centros urbanos y recibir ayudas para la compra
Hoja de ruta
"La mayoría de las piezas del sistema de tracción en el vehículo eléctrico están sujetas a un nivel de desgaste o de temperatura inferior al de uno de combustión interna, por lo que su mantenimiento es mucho más sencillo o incluso inexistente, como podrían ser los filtros de aceite o de combustible. Esto minimiza el número de averías potenciales y optimiza el coste de mantenimiento", según Bons.
Adicionalmente, la ausencia del motor de combustión permite, según el experto de Seat, "unas dimensiones y proporciones diferentes a las que estamos acostumbrados a ver en los vehículos de tracción convencional, hasta un mejor reparto de peso y mejora de la estabilidad del vehículo, debido a la posición, tamaño y forma de la batería".
La electrificación de los modelos de Seat ha supuesto "un cambio completo de paradigma". "Desde las fases tempranas de diseño, pasando por los procesos de validación y el propio proceso productivo, para acabar en la red de distribución y concesionarios, todos ellos han sido adaptados para afrontar el reto que supone esta tecnología", destaca Bons.
La hoja de ruta de Seat, con la experiencia acumulada desde los años 90, prevé el lanzamiento de seis modelos electrificados desde 2019 hasta principios de 2021. Después del Mii y el-Born, se producirán los lanzamientos de los híbridos enchufables de los modelos Seat León y Tarraco, así como del Cupra León y Cupra Formentor.