En los últimos días hemos visto como las dos zonas del mundo donde más éxito están teniendo los coches eléctricos han tenido que prohibir la recarga de los vehículos eléctricos o pedir que no se haga para evitar saturar la red ante los previsibles picos de demanda por una ola de calor que puede llegar a los 44 grados en el sur de la costa oeste de Estados Unidos, mientras al otro lado del Océano Pacífico, en China, el calor que lleva sufriendo el país desde junio ha obligado a directamente cerrar puntos de recarga con el consiguiente problema para la movilidad.
La Comisión de Energía de California emitió un comunicado la pasada semana solicitando a los ciudadanos que redujesen el consumo de electricidad “entre las 4:00 pm y las 9:00 pm, cuando el sistema hace más esfuerzo por la alta demanda constante y la menor energía solar disponible”. Las tres acciones principales que solicitaban eran “fijar la temperatura de los termostatos a 25,5 grados, no usar grandes electrodomésticos ni cargar vehículos eléctricos y apagar las luces innecesarias”.
Solo eléctricos en California
Lo más paradójico es que esta recomendación se producía sólo unos días después de que el Estado de California aprobase, el 28 de agosto, la prohibición de venta de coches térmicos (excepto los híbridos) a partir de 2035. El plan especifica que en 2026 el 35% de las transacciones de automóviles nuevos ya deben ser de coches eléctricos, híbridos enchufables o de hidrógeno. Este porcentaje tiene que aumentar al 68% en 2030. Pero habrá que trabajar mucho para que la red eléctrica, que no aguanta ahora con una minoría de coches eléctricos, pueda resistir cuando sean el 100%.
Estos objetivos chocan, además, con las necesidades de movilidad de la población de California, muy dispersa y con grandes distancias. Sólo el área metropolitana de Los Ángeles ocupa 91.000 m2 y el transporte público es limitado, como la capacidad de la red eléctrica. A mediados del mes de agosto ya ha habido cortes de electricidad que afectaron más de medio millón de hogares. En lo que va del mes de septiembre ya se han visto afectados tres condados por cortes de suministro eléctrico, una situación que también está afectando a Arizona y Nevada.
Movilidad en peligro
California ha sido pionera en la difusión de la movilidad eléctrica. Aquí nació Tesla, por ejemplo, y el 16% de las ventas mensuales corresponden a vehículos exclusivamente de 0 emisiones, pero también es una zona del mundo donde el coche es imprescindible. A estas debilidades de la electromovilidad, cuyo impacto en la decisión de los consumidores se verá en los próximos meses, se suma que la red de recarga, pese a ser mejor que la española, empieza a mostrar carencias. Un reciente estudio de la consultora JD Power confirma que el 34% de los nuevos compradores no tienen ningún acceso a un punto de recarga doméstico.
Al otro lado del Pacífico, en el gran mercado asiático el cambio tampoco está resultando fácil. China, el mercado de eléctricos más grande del mundo y el principal fabricante con cientos (sí, cientos) de marcas también está sufriendo los impactos de la climatología. La ola de calor de este verano, que como en zonas de España ha llegado a los 45 grados, ha disparado el consumo eléctrico y ha obligado, directamente, a cerrar puntos de carga públicos y privados de marcas como Tesla, Nio o Xpeng. En algunas regiones sólo funcionan el 6% de los supercargadores, que además coincide que son los que tienen precios más caros.
Red de carga cerrada en China
Esta situación está afectando a todo el país. State Grid, la empresa estatal más grande de China, tuvo que cancelar el servicio en tres grandes provincias donde hay más de 800.000 vehículos eléctricos. TELD, otro gigante, ha cerrado más de 120 estaciones de carga en la región de Chengdu entre las 8 de la mañana y la medianoche. Para Lei Xing, un analista de la industria del automóvil, China ya tiene una buena infraestructura de recarga, pero nunca habíamos visto una escasez de energía tan generalizada que hace que los problemas queden expuestos”. Esta situación ha llevado a algunas empresas eléctricas a ofrecer descuentos de hasta el 50% a los propietarios de coches eléctricos que carguen por la noche.
Pese a las ayudas públicas en China de unos 4.000 euros para adquirir vehículos eléctricos, la escasez de energía pude volver a inclinar la balanza hacia los automóviles con propulsión térmica. Sobre todo, porque en China no hay cargadores domésticos porque no existen plazas de aparcamiento propias. Las previsiones son que en 2025 la mitad de las ventas de vehículos nuevos en China serán eléctricos y no está claro que la red eléctrica lo soporte.
Ahora el problema ha sido por el calor, pero el invierno tampoco le sienta bien a los coches eléctricos. A cero grados las baterías pierden un 20% de autonomía y con frío también hay más demanda eléctrica en los hogares y las industrias.