Los robos de coches han evolucionado mucho al ponerse al día con las nuevas tecnologías de seguridad. Una banda que operaba en Tarragona, que ha sido desarticulada por la Guardia Civil y los Mossos, ha puesto al descubierto un sofisticado modus operandi que conseguía hackear el sistema informático de los vehículos.
La Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra han desarticulado una presunta organización criminal que robaba coches de alta gama en la provincia de Tarragona para revenderlos, y han detenido a cinco supuestos miembros, que fueron puestos en libertad con cargos por el juzgado de instrucción en funciones de guardia de Tarragona.
La investigación se inició en verano, tras detectar robos de vehículos de ciertas marcas y características en el Tarragonès y el Baix Camp (Tarragona). La Guardia Civil y los Mossos crearon un equipo conjunto para indagar sobre el caso al constatar que iban tras los mismos sospechosos, "una banda compuesta en su totalidad por personas de Europa del este".
Coches pirateados
La presunta banda marcaba coches aparcados en la calle con una baliza para tenerlos geolocalizados y luego los saboteaban pirateando el sistema de autodiagnóstico de los vehículos, que se llevaban a un almacén en Torredembarra (Tarragona).
Allí, técnicos especialistas en mecánica supuestamente modificaban el número de bastidor del chasis del coche: lo cambiaban por un número asignado a un vehículo en funcionamiento en algún país de Europa del este para que, al venderlo, nadie sospechara que era un coche robado.
Durante la investigación, la supuesta organización criminal se expandió para robar vehículos de alta gama en Madrid, Valencia y otras zonas de Catalunya, con el fin de camuflar "su actividad ilícita y organizada con robos aleatorios".
Un millón de euros
El lunes 20 de diciembre los agentes llevaron a cabo cuatro registros en tres domicilios de Salou y en el almacén de Torredembarra, donde intervinieron varios vehículos de alta gama, algunos con el número de bastidor modificado "listos para ser exportados a países de Europa del este, y otros en proceso de modificación". En total, la policía ha recuperado una veintena de coches robados por esta supuesta banda, valorados en un millón de euros; para desplazarse, los detenidos usaban un coche particular valorado en más de 100.000 euros.
En esta operación detuvieron a los cinco supuestos miembros de la banda --entre 30 y 57 años-- por los presuntos delitos de robo de vehículo, pertenencia a organización criminal y falsedad documental: dos se encargaban de los robos, dos más de la logística y el tercero manipulaba los coches robados.
En los registros se localizaron cuatro geolocalizadores, inhibidores de frecuencia, documentación, herramientas especializadas para modificar los elementos de trazabilidad de los vehículos, placas de matrículas clonadas, cinco aparatos OBD (sistema de diagnosis de vehículos), varios útiles específicos para cometer el robo de los coches y un total de 12 vehículos.
