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Bosch investiga interiores innovadores para los coches del futuro

La conducción autónoma y las nuevas tecnologías centran el proyecto Rumba financiado con 11 millones de euros por el Ministerio de Economía alemán

Prototipo de coche futurista de Bosch

Prototipo de coche futurista de Bosch

Ana Montenegro

29.05.2024 17:31h

4 min

Rumba es, además de un baile y una aspiradora autónoma, el nombre que Bosch ha dado al estudio sobre los interiores de los coches del futuro, marcados por la conducción autónoma y las nuevas tecnologías y que incluyen turismos y vehículos comerciales. El proyecto ha estado financiado por el Ministerio Federal Alemán de Asuntos Económicos y Clima con un presupuesto de unos 11 millones de euros.


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El nombre hace referencia al acrónimo, en alemán, de la frase ‘realización de una experiencia de usuario positiva mediante el diseño intuitivo de interiores para las funciones de conducción autónoma’ (Rumba). Durante tres años y medio, un grupo multidisciplinar de expertos, fabricantes de automóviles, proveedores y centros de investigación científica, analizaron las expectativas de los usuarios sobre los vehículos del futuro que, entre otras innovaciones, podrán cubrir largas distancias de forma autónoma. 

Interior del prototipo de Bosch

Interior del prototipo de Bosch

Para Michel Schulz, director de Bosch en este proyecto, el estudio confirma que “la conducción autónoma abre nuevas posibilidades para el uso del interior de los vehículos, los conocimientos que hemos adquirido serán el punto de partida para el diseño de los vehículos de nueva generación. En el futuro, esto podría conducir a la creación de un espacio completamente nuevo para vivir y trabajar”.

Por ejemplo, en lugar de un volante redondo, los vehículos podrían llevar sistemas de control alternativos, además los turismos y los vehículos comerciales autónomos podrían convertirse en oficinas, salas de proyección o incluso dormitorios. aún inexplorado y, por lo tanto, muy interesante. “El diseño del habitáculo del futuro se hará principalmente en función del uso al que se destine. Podría prepararse para viajes cortos con una conducción manual en centros de logística o para el transporte de personas de un centro de logística a otro”, añadió Schulz.

Dormir en el viaje

El estudio Rumba ha analizado también el tiempo que necesita una persona para retomar el control del vehículo después de dormir y qué factores le afectan. Detectaron que, cuando el conductor está sentado en una posición relajada y tienen que reanudar el control manual del vehículo, un factor importante para el cálculo del tiempo de reacción es la distancia del conductor a la pantalla y los controles.

Los estudios demostraron que, para un gran número de participantes, después de una fase de sueño, 60 segundos eran suficientes para reaccionar, sin embargo, también mostraron déficits en el rendimiento de conducción y un empeoramiento del bienestar subjetivo después de recuperar el control. Ante esta situación, los analistas creen que el vehículo debe despertar al usuario con antelación, para que tenga tiempo suficiente de despertarse, tomar conciencia y reaccionar. Para que esto sea posible, también se necesita una tecnología capaz de reconocer el estado de los ocupantes, entender si duermen o están vigilantes y preparados para ponerse al volante.

Un estilo de conducción impecable

El proyecto examinó también cómo debe ser la conducción de los vehículos autónomos. Para establecer esa pauta analizaron a conductores profesionales, para conseguir una conducción suave y experta que traspasaron a los vehículos de conducción autónoma y analizaron medidas efectivas para prevenir el mareo.

El estudio analizó también aspectos de diseño, combinaciones de colores, materiales y estilos, distribución de la iluminación y elementos de control que podrían ser más adecuados para el diseño del interior futuro, teniendo en cuenta las condiciones durante el viaje. 

Lo que también quedó claro para los investigadores es que en el futuro los usuarios seguirán estando preocupados por la seguridad y la técnologia. Por razones de seguridad en caso de accidente y por el espacio limitado disponible, funciones como la posibilidad de girar los asientos durante la marcha, seguirán siendo un reto, incluso en vehículos grandes. “Nuestro proyecto ha abierto el camino para el desarrollo de una gran cantidad de innovaciones. Estamos seguros de que la información que hemos recopilado será útil para realizar las formas que tendrá la movilidad individual en el futuro”, concluyó Schulz.

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