La cuarta revolución industrial, en la que la digitalización toma todos los procesos y se convierte en una de las claves de futuro, también preocupa a los agentes sociales de Barcelona. El impacto de la industria 4.0 en el tejido productivo de Barcelona ha llevado al Consell Econòmic i Social de Barcelona (CESB) a redactar un informe en el que se analizan las ventajas e inconvenientes del cambio disruptivo. ¿Es una amenaza o una oportunidad la industria 4.0 para Barcelona? Esa ha sido la pregunta clave que se han hecho los sindicatos, las patronales y entidades sociales que forman parte del órgano consultivo del Ayuntamiento de Barcelona.
Fuga de fábricas de Barcelona hacia el área metropolitana
Para empezar, el informe sobre industria 4.0 elaborado por el Consell Econòmic i Social de Barcelona hace una constatación que hace reflexionar de entrada. Como consecuencia de los cambios experimentados por la capital catalana durante las últimas décadas, la industria entendida como sector manufacturero clásico ha ido perdiendo peso hasta representar un 4,4% del producto interior bruto (PIB) de la ciudad, mientras que en el área metropolitana suma un 17%. "Barcelona es una ciudad más vinculadas al sector servicios, es en el área metropolitana donde se concentra el grueso de este sector", indica el estudio del CESB. Y apunta algunas de las causas de esta fuga de fábricas de Barcelona: "las infraestructuras existentes son poco adecuadas y, en este sentido, el corredor mediterráneo es fundamental". La excepción más importante en estos momentos es la planta de Nissan en la Zona Franca, en la que trabajan más de 4.000 personas.
A Bcn està ben posicionada. Diversitat D' ambits, d' agents, administracio local #Industria40 #disruptive pic.twitter.com/WA3Wcur92c
— CESB (@CES_Bcn) 11 de junio de 2018
Además, Barcelona tiene un potencial de desarrollo de la industria manufacturera que en estos momentos se encuentra aletargado debido a la falta de desarrollo de los planes de las áreas industriales del Besós y la Marina. Los frenos para que se ubique actividad industrial en Barcelona también incluyen la "excesiva dependencia del crédito bancario", según destaca el CESB.
Ayuda pública y financiera para llevar la industria 4.0 a las pymes
El cambio profundo que supone la digitalización de la industria 4.0 amenaza miles de empleos en Barcelona también, según el informe, que cita las estimaciones de la OCDE de una destrucción de hasta el 12% de los puestos de trabajo en el conjunto de España por su facilidad para ser automatizados. Uno de los principales handicaps de Barcelona para sacar provecho a la industria 4.0 se encuentra en la hegemonía de las pymes en el tejido empresarial, con más de un 90% de pequeñas y medianas empresas, que tienen más problemas para adaptarse al nuevo contexto digital. Por ellos es muy importante que esas compañías cuenten con el respaldo de una política pública decidida, con un sistema educativo y social innovador y con facilidades de financiación, según el CESB.
Iniciativas positivas para convertir Barcelona en un polo tecnológica
En el capítulo positivo ante el auge de la industria 4.0, el informe del órgano consultivo cita las numerosas iniciativas vinculadas a la digitalización como el Mobile World Congress, Advanced factories, Barcelona Industry 4.0 Week, Big Data Congress, Smart City Expo, Gamelab o el Automobile Barcelona, el nuevo Salón del Automóvil de Barcelona. Además, la ciudad se ha convertido en un polo de atracción de empresas de tecnologías de la información con un total de 51.000 empleados en esa actividad y un peso en el PIB del 7,4%, superior al de la industria manufacturera. Entre los centros abanderados de la nueva industria 4.0, el estudio pone como ejemplos Iniciativa CatLabs, Barcelona Supercomputing Center, Parc Tecnològic, Edificio Media Tic, Diseny Hub Barcelona y el barrio del 22@, entre otros. La presidenta del CESB, Marina Subirats, ha alertado de que, entre las tareas pendientes de llevar a cabo en Barcelona para convertir la industria 4.0 en una oportunidad, se encuentra la necesidad de definir un nuevo modelo de relaciones laborales que incida en el reparto del tiempo de trabajo