La Comisión Europea ha confirmado su clara apuesta por el desarrollo de la pila de combustible de hidrógeno, que califica como “sector estratégico para la descarbonización de la actividad económica”. Acaba de autorizar la financiación pública de hasta 5.400 millones de euros para apoyar un gran proyecto europeo de I+D a favor del hidrógeno, denominado Hy2Tech.
Bruselas estima que esta ayuda estatal debería permitir movilizar 8.800 millones adicionales en inversión privada y crear 20.000 puestos de trabajo en toda Europa.
“Promover el desarrollo y despliegue de hidrógeno limpio en Europa es fundamental para nuestra seguridad energética, nuestra descarbonización y la competitividad de nuestra industria”, comentó Thierry Breton, comisario europeo de Mercado Interior.
Participación de España
Las normas europeas permiten apoyar sectores estratégicos, sobre todo cuando contribuyen a objetivos prioritarios como la lucha contra el cambio climático. Bruselas considera que la ayuda pública para el proyecto Hy2Tech es necesaria, ya que los mecanismos del mercado por sí solos no pueden generar estas tecnologías innovadoras debido a los riesgos financieros de estas inversiones para las empresas. "Este proyecto muestra cómo la política de competencia va de la mano con la innovación disruptiva", aseguró la vicepresidenta de la Comisión Europea, Margrethe Vestager.
El proyecto Hy2Tech, calificado de Interés Común Europeo (IPCEI), reúne un total de 41 iniciativas en las que participan 35 empresas (grandes grupos, pymes o start-ups), apoyadas por 15 países miembros entre los que están Alemania, España, Francia, Italia o Polonia. El proyecto reúne empresas que trabajan en la producción de hidrógeno, como Enel, especialistas en pilas de combustible (Bosch, Symbio), actores del transporte y almacenamiento de hidrógeno (Faurecia, Plastic Omnium) y fabricantes de vehículos de transporte por carretera, naval y ferroviario (Alstom, Daimler Truck, Fincantieri, Iveco).
Hidrógeno para descarbonizar
El hidrógeno está llamado a desempeñar un papel central para permitir que la industria produzca acero, cemento o productos químicos y farmacéuticos sin emitir CO2. Para lograrlo él mismo debe ser verde, es decir, resultante de una electrólisis de la molécula de agua (H2O) que separa el hidrógeno y el oxígeno gracias a la electricidad generada a partir de energías limpias. El hidrógeno verde podría sustituir al carbón en la industria y posibilitar el almacenamiento de energías renovables intermitentes, solar o eólica, a través de pilas de combustible. El transporte pesado (trenes, barcos, vehículos utilitarios de carretera, etc.) también podría usar hidrógeno para reemplazar los combustibles fósiles.
Recientemente el Consejero Delegado de Enagás, Arturo Gonzalo, destacaba que “el hidrógeno es la gran apuesta de futuro y España puede convertirse en el mayor productor y exportador de la UE de hidrogeno verde y llegar a suministra el 10% de las necesidades de toda la UE”, gracias a sus horas de sol y a la producción electica con aerogeneradores.
