Poco a poco, como un goteo, el hidrógeno va ganando espacio en la movilidad sostenible del futuro. Imagínese un camión de recogida de basura que apenas hace ruido y que solo emite vapor de agua a la atmósfera. Ese sueño está más cerca y no únicamente gracias a la tecnología de los vehículos eléctricos, sino también a la pila de combustible de hidrógeno que desarrolla Scania.
Hasta ahora, algunas empresas de gestión de residuos urbanos como Renova han hecho pruebas de camiones de recogida de basura eléctricos. El reto es doble porque no solo se trata de proporcionar la energía suficiente para mover un camión con un peso de varias toneladas, sino que además tiene que tener la potencia suficiente para que funciones la maquinaria del vehículo de recogida de contenedores y de compactación de basura.
Pero la aplicación de la tecnología de la pila de combustible a la gestión de residuos urbanos abre nuevas posibilidades interesantes en un entorno urbano y de actividad desafiante. El silencio del motor está garantizado, pero la utilización del hidrógeno puede aportar ventajas por la mayor autonomía del vehículo, más capacidad de carga útil y más horas de servicios en comparación con uno 100% eléctrico propulsado por baterías.
Primeras pruebas
Además, el camión de hidrógeno se recarga en un tiempo similar al que se utiliza para repostar el deposito de gasóleo sin estar pendientes de los tiempos de carga delas baterías. "Los camiones se benefician de todas las ventajas de la electrificación al tiempo que mantienen algunos de los mejores aspectos de las operaciones de combustibles fósiles", indica Hans Zackrisson, director de desarrollo de Renova.
Scania y Renova afirman que el proyecto iniciado constituye la primera prueba real de la utilidad del hidrógeno en la actividad de la recogida de basura urbana. El primer vehículo se entregara a final de 2019 o principios de 2020.
Paralelamente, Scania también desarrolla camiones de hidrógeno para el mayorista noruego de alimentación Asko, que ha abierto su propia planta de producción del gas de forma sostenible. Scania suministrará cuatro camiones con una autonomía de 500 kilómetros.
Los proyectos de Scania se enmarcan en la estrategia de la Unión Europea de incrementar la movilidad sin emisiones con un papel para el hidrógeno más importable incluso que el de los turismos eléctricos.