Los fabricantes de automóviles harán este año de nuevo una apuesta millonaria y creativa en publicidad en el partido de la Super Bowl de Estados Unidos. Los anuncios más caros del mundo son también un alarde de marketing inteligente, incluso pequeñas joyas en algunos casos.
55.000 dólares por segundo
Los casi 170 millones de norteamericanos que verán en la cadena Fox el próximo domingo la final del campeonato de fútbol americano podrán presenciar algunos spots que son como microcortos de 90 segundos por los que las marcas pagarán alrededor de 55.000 dólares por segundo, unos cinco millones por anuncio. Algunas marcas de automóviles se han convertido ya en anunciantes fieles a la Super Bowl, como Hyundai, que hará un experimento con un spot elaborado durante el partido, así como su segunda marca Kia y Mercedes, que llega a la cita deportiva con un anuncio dirigido por los hermanos Cohen y protagonizado por un rebelde con estilo Peter Fonda.
Guiño político a Trump
Además, Ford no faltará a la cita con una dosis de optimismo contra la ley de Murphy, que se podría interpretar como un guiño implícito a la convulsión que vive el país por la llegada de Trump al poder. Lexus, del grupo Toyota, también marca territorio con deportividad y clase en un momento en que el grupo japonés intenta evitar que Trump lo ponga en la lista negra. También estarán presentes Audi y Buick, de GM. Pero esos guiños no son nada en comparación con el anuncio que vende aguacates de... México. ¡Sí señor! En conjunto, el sector del automóvil es el que suma más minutos a precio de oro en las pausas televisivas de la Super Bowl y los fabricantes de coches se han convertido en unos habituales del superpartido. Este año lo necesitan para animar las ventas de un mercado con síntomas de estancamiento ante las amenazas potenciales del momento.
