Los primeros iCar llegarán al mercado en 2014. Por fuera no se diferenciarán del resto de vehículos, pero por dentro sí. Los conductores podrán hacer llamadas, ordenar la reproducción de canciones y pedir ayuda para llegar a un destino entre otras funciones mediante la voz y con un entorno visual de Apple gracias al nuevo sistema operativo iOS 7.
El anuncio de la marca de Cupertino supone un salto adelante ante los tímidos avances que ha habido hasta ahora en la integración de los smartphones con los coches y también un serio desafío para Android.
Apple ha tomado la delantera en un mercado de gran potencial para los fabricantes de teléfonos. En 2014 saldrán al mercado los primeros modelos gracias a los acuerdos firmados ya entre Apple y las marcas Honda, Mercedes, Nissan, Ferrari, Chevrolet, Infinity, Kia, Hyundai, Volvo, Opel, Jaguar y Acura. De la presentación realizada por el vicepresidente Eddy Cue en medio del fervor de los desarrolladores de aplicaciones y la prensa en San Francisco se desprende que habrá una "integración sin precedentes".
Apple promete una experiencia similar a la integración que ya se produce en los coches con los iPod y reproductores de música pero con muchas más funciones y seguridad. Al conectarse el teléfono con el software del coche, el conductor se olvidará del iPhone puesto que controlará los programas mediante el sistema de reconocimiento de voz Siri.
El salto de Apple tiene lugar cuando todavía no se había quemado una etapa intermedia que suponía una mayor integración y facilidad de uso del iPhone en los vehículos convertidos en carblets aunque sin llegar al nivel prometido ahora por los chicos de Tim Cook, que dejan el listón para Android muy alto.
El sistema operativo para smartphones más extendido tiene algunos dispositivos que realizan funciones similares a las del iOS 7 para los automóviles, aunque por ahora la receptividad de las marcas es muy baja. Quizá ahora Google se vea obligada a poner toda la carne en el asador para diseñar una versión de Android para automóviles y las marcas de coches también se vean forzadas a entrar a competir.
