A más densidad de tráfico, la velocidad máxima se reduce. Con esta premisa se ha puesto en marcha ya el primer tramo de la AP-7 con el límite de velocidad rebajado de 120 a 100 km/h. Se trata de una medida que irá acompañada de otras acciones como radares y controles y que pretende frenar el aumento de los accidentes registrados tras el levantamiento de los peajes.
El Gobierno ha hecho efectiva, desde el día 25 de noviembre, la limitación de velocidad a 100 km/h en la autopista AP-7 a su paso por la zona del Vallès (Barcelona), entre Montornès del Vallès y El Papiol, según ha anunciado en un comunicado la Administración titular de la vía, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma).
La rebaja de la velocidad máxima permitida se aplica en el tramo comprendido entre los kilómetros 132 y 161 de la AP-7. Se incluye dentro del paquete de medidas que el Gobierno acordó con el Servei Català de Trànsit (SCT) el pasado 9 de noviembre para mejorar la seguridad vial y las condiciones de circulación de la AP-7.
Radares y vigilancia aérea
Estas actuaciones, que modifican la ordenación y reglamentación del tráfico en los tramos más sensibles de la AP-7 en Catalunya, se pactaron ante el incremento del tráfico registrado a raíz de la liberalización de la infraestructura con la supresión de los peajes. El plan acordado también prevé un tramo a 100 km/h en la AP-7 entre Calafat y L'Ampolla (Tarragona), y también habrá otras restricciones en cuatro tramos en total para evitar accidentes.
Los Mossos d'Esquadra ya han avisado a los conductores del cambio en el límite de velocidad y de la programación de controles mediante radares y vigilancia aérea.
Entre Fornells de la Selva y Cervià de Ter (Girona) se segregará uno de los cuatro carriles para dedicarlo únicamente a entradas y salidas, y la velocidad en este carril estará limitada a 80 kilómetros por hora.
Otros tramos afectados
Trànsit instalará un radar de tramo entre Altafulla y Constantí (Tarragona) en dirección sur para "frenar el exceso de velocidad detectado en este tramo recto, caracterizado por un fuerte pendiente y en el que predominan las colisiones por encalce", y hasta su puesta en funcionamiento los Mossos intensificarán los controles de velocidad en la zona.
En el tramo entre Calafat y L'Ampolla (Tarragona) continuarán las limitaciones puntuales a los vehículos pesados, con la prohibición de adelantar ni circular a más de 80 kilómetros por hora para los camiones.
Desde enero han muerto 23 personas en accidentes de tráfico en esta autopista, lo que supone un 17% de las víctimas mortales en las carreteras catalanas este año, y también acumula 45 heridos de gravedad. La circulación en la vía ha aumentado un 40% desde que se retiraron los peajes y las congestiones por accidentes han aumentado un 98% desde entonces.