Los fabricantes de vehículos han presentado sus enmiendas a las zonas de bajas emisiones (ZBE) en las grandes ciudades españolas. La Asociación de Fabricantes (Anfac) ha planteado una prórroga para los vehículos afectados por las prohibiciones de circulación y, en paralelo, poner en marcha medidas que incentiven la renovación del parque automovilístico
Anfac ha propuesto que los turismos sin etiqueta ambiental de la DGT, calificados con el distintivo A, no sufran un veto automático con la implantación de las zonas de bajas emisiones en 149 ciudades españolas de 50.000 o más habitantes, sino que tengan un periodo de adaptación de hasta dos años. Estos vehículos, que superan los 16 años en el caso del diésel y los 21 en los de gasolina, suponen el 32,9% de todo el parque de vehículos
Para los automóviles con etiqueta ambiental amarilla (B), Anfac plantea una prórroga de la autorización para circular de hasta cuatro años. En la actualidad el 31,7% del parque tiene etiqueta B, que incluye los diésel de siete a 16 años y los de gasolina de 16 a 21 años.
Para las furgonetas, se aplicaría la misma prórroga que en los turismos. En el caso de los vehículos pesados, Anfac pide retrasar el veto a la circulación urbana hasta cinco años para camiones o autocares sin etiqueta y hasta siete años para los que tienen distintivo B.
Prórroga en las Zonas de Bajas Emisiones
Los plazos de esos periodos de "adaptación" se podrían adaptar en función de las necesidades y del parque automovilístico de cada una de las grandes ciudades afectadas por la obligación de restringir el tráfico, según Anfac. Con esta propuesta, la entrada en vigor plena de las ZBE se podría retrasar hasta dos años (hasta 2026) ya que la normativa general deja fuera de las ciudades los coches más antiguos y sin etiqueta. En el caso de los coches con distintivo B, podrían resultar afectados a partir de 2028.
Anfac ha presentado un documento que no se muestra en contra de las ZBE, sino que las considera una oportunidad para la renovación pendiente del parque automovilístico, que ha alcanzado una media de 14 años, uno de los más envejecidos de Europa. Por ello, la patronal piden que se pongan en marcha las normativas municipales, que sufren un retraso en la gran mayoría de ciudades.
Sin embargo, Anfac ha rechazado el modelo de Barcelona, basado únicamente en prohibiciones y sin incentivos y ha defendido la normativa de Madrid, que ofrece ayudas a los conductores para que puedan renovar sus vehículos afectados por las restricciones a la circulación. Los fabricantes proponen que todas las ciudades aprueben en sus ordenanzas ayudas públicas y fiscales para que los vecinos cambien coches viejos por otros nuevos.
Medidas de Anfac
"Las ordenanzas sobre las zonas de bajas emisiones tienen que estar justificadas y no pueden basarse solo en las prohibiciones. Tiene que haber soluciones multimodales y ayudar a los ciudadanos", ha afirmado José López-Tafall, director general de Anfac, que ha recordado las sentencias en contra de las normativas de Madrid y Barcelona.
"Estas medidas no se consiguen simplemente con buenos deseos. Hacen falta políticas activas", ha insistido López-Tafall, que ha advertido de la incertidumbre que sufren muchos automovilistas al no saber si podrán seguir circulando por su ciudad.
Entre las medidas que ha propuesto Anfac para las nuevas zonas de bajas emisiones se encuentran también incentivos para impulsar la electrificación de las flotas de taxis, de transporte público y de furgonetas y camiones, así como el impulso a fórmulas como el coche compartido.