El ministro alemán de Transporte, Volker Wissing, se mostró confiado en que su país pueda encontrar esta semana una solución con la Comisión Europea a su rechazo de última hora al acuerdo europeo ya cerrado que planeaba vetar desde 2035 la venta en la UE de coches que emitan CO2. La clave pasa por incluir los combustibles sintéticos ('e-fuels') como vía a la descarbonización para que haya "competencia" entre tecnologías, según explicó el ministro de Alemania.
"Las conversaciones que hemos tenido hasta ahora han aportado mucha claridad. Sabemos dónde están los obstáculos que tenemos que superar y estoy convencido de que podemos lograr progresos tal vez esta semana", dijo Wissing desde Estrasburgo (Francia), tras un encuentro en el Parlamento Europeo con sus homólogos de varios países europeos donde se trató el bloqueo alemán a esta norma.
Solución al veto de Alemania
En el encuentro, auspiciado por la República Checa, participaron ministros de países como Italia, Polonia y Hungría, que también se han sumado al veto alemán e impidieron alcanzar la mayoría necesaria para su adopción en una reunión de embajadores ante la UE, un voto que habitualmente se considera un trámite legal.
El ministro alemán rechazó que "se les impongan presiones de tiempo" porque, aseguró, ha sido la Comisión la que ha "malgastado" los últimos meses y no ha presentado la propuesta que le pedían a cambio del apoyo al paquete completo para que se puedan matricular aún vehículos con motor de combustión a partir de 2035, siempre que utilicen combustibles sintéticos de cero emisiones contaminantes.
"Cualquier solución que haga posible permitir motores de combustión que funcionen con combustibles sintéticos tras 2035 es una buena solución para nosotros. Necesitamos competencia entre diferentes tecnologías, no una tecnología de talla única para todo", incidió el ministro.
Alemania sigue firme
Wissing aseguró que su veto al acuerdo ya cerrado entre los legisladores europeos, un movimiento con escasos precedentes entre los socios comunitarios, se debió a que su requisito para la luz verde siempre fue esa propuesta anexa de la Comisión sobre las excepciones a los motores que funcionan con combustibles sintéticos a partir de 2035.
"Mientras no se resuelva esta cuestión, no habrá apoyo final. Hay propuestas para hablar de ello otra vez a finales de 2026, de crear un grupo de trabajo para abordar el asunto... pero estas no son propuestas que garanticen la apertura tecnológica y por eso se quedan cortas respecto a lo que necesitamos", apuntó.