Ursula von der Leyen ha iniciado su nuevo mandato tras ser reelegida como presidenta de la Comisión Europea ratificando el objetivo del veto a los vehículos de combustión en 2035 pero reforzando el "papel a desempeñar" de los combustibles sintéticos (e-fuels).
En su primera intervención pública tras su reelección para el cargo de presidenta de la Comisión Europea, la dirigente política democristiana alemana ha mostrado un viraje en su discurso con una defensa de las alternativas a la electrificación de la movilidad. Sus palabras suponen un guiño a los defensores de los e-fuels y los biocombustibles, entre los que se encuentra el Gobierno alemán, así como un gesto de acercamiento con el sector de automoción al defender la "neutralidad tecnológica" en el camino hacia la descarbonización.
"Tenemos que crear predictibilidad para inversores, fabricantes y por supuesto para los clientes. Llegar ahí requerirá un enfoque de neutralidad tecnológica en el que los combustibles creados mediante energía eléctrica tienen que desempeñar un papel", afirmó Von der Leyen en una rueda de prensa ya como nueva presidente reelegida de la Comisión Europea en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo.
Cambio de Von der Leyen
La afirmación de Von der Leyen fue muy meditada al leer una respuesta que tenía preparada tras un proceso de negociación para conseguir el apoyo parlamentario necesario para la reelección. Para la presidente de la Comisión Europea, el veto a los vehículos de combustión a partir de 2035 en la Unión Europea "se queda", pero al mismo tiempo abrió la puerta a desarrollar más la vía alternativa a los eléctricos de los -efuels. Parea ello, Von der Leyen habló incluso de la posibilidad de presentar una "enmienda específica al reglamento (del veto a partir de 2035) dentro de la revisión prevista".
En marzo de 2023, la alternativa de los combustibles sintéticos y los biocombustibles se abrió paso gracias a un acuerdo con Alemania para desbloquear la hoja de ruta hacia la descarbonización de la movilidad que incluye garantías para el desarrollo de los combustibles sintéticos y los biocarburantes. El acuerdo hizo posible el levantamiento del veto a la prohibición de los coches con emisiones contaminantes a partir de 2035.
Los electrocombustibles se producen obteniendo hidrógeno mediante electrólisis de electricidad de origen renovable y añadiendo carbono capturado de la atmósfera. Así se consigue un combustible apto para la mayoría de los motores de combustión con emisiones de CO2 previamente capturado, es decir, que tendría neutralidad de emisiones.