Bruselas impulsa un plan integral para la descarbonización del sector sin perder de vista la competitividad global. Para ello ha presentado el Clean Industrial Deal, una estrategia ambiciosa para transformar la industria europea con un enfoque en la descarbonización y la competitividad. El Pacto Verde ya es historia
La industria automovilística europea se enfrenta a un doble desafío: avanzar hacia una producción más limpia y mantener su posición de liderazgo en el mercado global. El Clean Industrial Deal es un paso clave en esa dirección, proporcionando apoyo financiero, normativo y estratégico para garantizar una transición que no sacrifique la competitividad.
El plan Clean Industrial Deal, impulsado por Teresa Ribera, vicepresidenta de Transición Verde, y Stéphane Séjourné, vicepresidente de Estrategia Industrial, busca posicionar a Europa como líder en tecnologías limpias y producción sostenible sin perder su fortaleza en sectores clave, como la automoción.
El acuerdo se articula en torno a seis ámbitos estratégicos: energía asequible, refuerzo de mercados clave, financiación e inversión, circularidad y acceso a materiales críticos, mercados internacionales y alianzas estratégicas, y desarrollo de competencias laborales. La industria automovilística, crucial para la economía europea, se verá impactada de manera significativa por estas medidas.
Energía más barata para una producción sostenible
Uno de los mayores desafíos del sector automotriz es el alto coste energético en Europa. El Clean Industrial Deal prevé medidas para reducir las facturas energéticas, como la implementación de reformas en el mercado eléctrico y el apoyo a la compra de energía renovable a través del Banco Europeo de Inversiones. Además, se propone acelerar la descarbonización industrial mediante la creación de una Ley de Aceleración de la Descarbonización Industrial, lo que facilitará el acceso a energías limpias y reducirá la dependencia de combustibles fósiles.
Para el sector del automóvil, el acuerdo pone especial énfasis en el fomento del hidrógeno renovable y las tecnologías de electrificación. Se contempla la adopción de normas claras sobre el hidrógeno bajo en carbono, así como la movilización de 1.000 millones de euros en subastas del Banco Europeo de Hidrógeno. Estas medidas buscan facilitar la producción de vehículos de hidrógeno y eléctricos en un contexto de transición tecnológica acelerada.
Otro aspecto clave para la industria automovilística es el suministro de materiales esenciales, como litio y níquel, indispensables para la producción de baterías. El plan propone una Ley de Materias Primas Críticas que garantice la autonomía de la UE en la obtención de estos recursos, además de una nueva legislación sobre economía circular para fomentar el reciclaje y reducir la dependencia de importaciones.
Un plan de acción específico para el sector automovilístico
El Clean Industrial Deal incluye un Plan de Acción Industrial para el sector del automóvil, centrado en la innovación tecnológica y el fortalecimiento de la cadena de suministro. Esta estrategia contempla incentivos para la producción de vehículos con menores emisiones y la creación de normativas que favorezcan la transición hacia un modelo más sostenible sin comprometer la competitividad de los fabricantes europeos frente a sus rivales globales.
Para asegurar que la industria europea no pierda terreno ante países con menores costes de producción, la Comisión prevé reforzar las normas comerciales y de defensa frente a la competencia desleal. Se revisará el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono para extenderlo a más sectores y se fortalecerán los instrumentos antidumping en industrias estratégicas.