A falta de unos días para conocer los nombres de los nuevos comisarios europeos y, por lo tanto, su línea de actuación, la tendencia en Europa en cuanto a la política comercial e industrial automovilística parece clara. El proteccionismo ha llegado para quedarse.
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Tanto la nueva Comisión Europea como el nuevo Parlamento continuarán con las políticas de protección del mercado y de la industria europea frente a la competencia china beneficiada por las ayudas del Gobierno de aquel país. Las medidas tomadas por la Comisión el pasado mes de julio para imponer aranceles adicionales a los vehículos eléctricos importados de China tendrán continuidad.
Los aranceles siguen adelante
Estos aranceles extra, que en algunos casos llegan hasta el 36,4%, continuarán adelante a pesar de las protestas de los fabricantes y de las amenazas de las marcas chinas. Entre los grupos más perjudicados se encuentra SAIC, empresa matriz de MG, que ha sido penalizada porque, según la Comisión Europea, las respuestas proporcionadas fueron "altamente deficientes", en contraste con BYD, que contará solo con el 17%.
La nueva medida también afecta a las marcas europeas doblemente. Por un lado, a través de sus ventas en aquel país en un mercado vital, por ejemplo, para los fabricantes alemanes. Las marcas germanas vendieron diez veces más eléctricos en China que los chinos en Alemania, afirmaba la VDA, asociación de fabricantes alemana. Y, por otro lado, afecta a los modelos fabricados allí por marcas no chinas, como el Dacia Spring, Mini Electric y Cupra Tavascan. También a Tesla con su Model 3, aunque ha conseguido de la Comisión un arancel extra de solo el 9%, mientras Mini y Tavascan contarán a priori con el 21,3% pero que prevén rebajar.
Europa no está sola. Estados Unidos, y, más recientemente, Canadá, se suman a esta tendencia de imponer aranceles extras a las importaciones chinas. EEUU aprobó hace unos meses tasas del 100% a vehículos de batería chinos, estela que estos días va a seguir su vecino del norte, quien además añadirá otro impuesto del 25% a los productos de aluminio y acero procedentes de aquel país y más para baterías y semiconductores.
Todos en Europa son conscientes de que para conseguir la electrificación del parque y pasar de una penetración del 15% de 2023 al 100% en 2035, los precios de los vehículos eléctricos tienen que bajar, como lo han demostrado Dacia y MG con Spring y MG4. Es necesaria una amplia oferta de VE con unos precios que oscilen entre los 20.000 y los 25.000 euros.
Pugna entre modelos eléctricos
El miedo de los fabricantes a que los modelos Made in China copasen las ventas de ese segmento de mercado se aplaca en cierto modo con los nuevos aranceles permitiendo la llegada de nuevos productos hechos en Europa por las marcas europeas a precios competitivos. Se allana así el camino a modelos como el Renault 5 o el Citroën C3.
Algunos países han hecho la guerra por su cuenta, es el caso de Francia donde desde principios de este año funciona su plan de ayudas a la compra de eléctricos que solo beneficia a los vehículos fabricados en Europa ya que tiene en cuenta la huella de carbono también en el transporte del mismo. El resultado ha sido la reducción de importaciones procedentes de China.
Estas nuevas medidas implantadas en Europa frenarán en mayor o menor medida la expansión de las importaciones y el crecimiento en cuota de mercado de las marcas chinas… mientras éstas no tengan fábricas en Europa. Más allá de las penalizaciones a los vehículos chinos que funcionarán más como un elemento disuasorio es el momento de redefinir las estrategias tanto industriales como comerciales, favoreciendo los vehículos producidos en Europa.
Ahora bien, la protección es solo parcial porque afecta solo a la primera fase, en la que los fabricantes llegan de fuera e intentan conquistar el mercado con productos importados. Luego llegará una segunda fase en la que las propias marcas chinas fabricarán en Europa como ya ha anunciado BYD, en Hungría y Turquía, o Chery, en Barcelona. En algunas ocasiones (como en Barcelona) solo realizando el ensamblaje final con el objetivo de intentar esquivar los aranceles.
Sustitutos de Teresa Ribera
Donde tampoco parece que vaya a haber marcha atrás es en la apuesta por la electrificación toda vez que la presidenta de la Comisión, Ursula Van der Leyen, perteneciente al PPE, haya sido elegida con los votos de los ecologistas.
En todo caso, y respecto a los Comisarios, el próximo día 30 termina la fase para ofrecer la lista de nombres candidatos a cada una de las áreas. Los nombramientos llegarán en septiembre, y más adelante sus programas. Como comisaria de Clima es firme candidata la actual vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. Falta por ver si incluye en sus funciones la gestión también de la Energía. Su sustitución en nuestro país podría venir de Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente, o de Sara Aagesen, secretaria de Estado de Energía.