La movilidad en Madrid, una de las ciudades con más opciones, sufrirá un cambio de calado con la decisión del Ayuntamiento de echar los patinetes eléctricos compartidos. El alcalde, José Luis Martínez Almeida, ha justificado la retirada de 6.000 patinetes por los problemas de seguridad que causan los incumplimientos de los usuarios y de las tres empresas operadoras.
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Un año después del concurso en el que se redujo la cifra de patinetes en circulación y se endurecieron los requisitos, el Ayuntamiento de Madrid ha dicho basta y ha ordenado la rescisión de las adjudicaciones a las empresas Dott, Lime y Tier. Madrid se suma así a otras ciudades que también han desterrado los patinetes compartidos, no los de propiedad y uso individual. Ese ha sido el caso también de París, que quitó los patinetes tras un referéndum entre los vecinos. O de Barcelona, que no ha llegado a convocar el concurso tras un periodo de cierta tolerancia que acabó con la confiscación masiva de patinetes compartidos, pero no otros de alquiler.
Bicis en lugar de patinetes en Madrid
Con esta decisión, la micromovilidad compartida en Madrid queda restringida a las bicis de la red municipal Bicimad, que se ha extendido a los 21 distritos de la ciudad de Madrid. Según el alcalde, la movilidad queda "garantizada" con la oferta de bicis eléctricas compartidas del Ayuntamiento.
El ultimátum del consistorio municipal prevé que las tres empresas operadoras retiren de las calles los 6.000 patinetes, 2.000 adjudicados a cada una de ellas, a partir del mes de otubre. El Ayuntamiento de Madrid entiende que los incumplimientos generalizados de las condiciones del concurso son causa suficiente para rescindir las adjudicaciones sin tener que indemnizar a las firmas operadoras del servicio. Las empresas tienen 20 días naturales para presentar alegaciones al decreto que ha firmado el delegado de Urbanismo, Borja Carabante.
Los patinetes compartidos dejarán las calles de Madrid sin fecha de retorno al entender el ayuntamiento que las empresas no son capaces de cumplir con las condiciones exigidas. La lista de incumplimientos que han encontrado los inspectores municipales es larga y afectan tanto a la distribución de los vehículos como a su seguridad.
El final de la jungla de los patinetes
El estacionamiento y circulación de los patinetes en lugares prohibidos ha sido uno de los "principales problemas" encontrados debido a que las empresas no han aplicado los sistemas tecnológicos que obligan a aparcar en los espacios habilitados. "Los técnicos municipales no tienen constancia de que esta tecnología se haya implementado en los patinetes de las tres empresas y, como han podido comprobar, circulan o estacionan en lugares prohibidos", indica el Ayuntamiento. Es algo que cualquier ciudadano puede constatar a diario en las calles de Madrid.
Además, el Ayuntamiento acusa a las operadoras de patinetes eléctricos de no respetar el "despliegue equilibrado" en toda la ciudad, dentro y fuera del espacio limitado por la M-30. Asimismo, "se ha verificado que la cobertura de los seguros es insuficiente" y que no se han dado los cursos para dar a conocer a sus usuarios el funcionamiento correcto y la normativa.