Oscar Piastri logró en el GP de Hungría su primera victoria en la Fórmula 1, convirtiéndose en el séptimo vencedor distinto este año después de celebradas trece carreras. El australiano, de 23 años, le ganó la partida a Lando Norris, sellando un extraordinario doblete para McLaren y con un final muy tensionado por las órdenes de equipo. Hamilton completó el podio en una carrera en la que Red Bull volvió a poner de manifiesto sus limitaciones y en la que Lewis logró el podio 200 en F1.
Un error de previsión por parte de los estrategas de McLaren, que dieron prioridad a Norris en el orden de paradas cuando era Piastri quien lideraba la carrera, motivó que se vivieran unas últimas vueltas de gran tensión. Desde el muro le pidieron a Lando que cediera el liderato a Oscar, pero el inglés, que se ha convertido en el gran rival de Verstappen para el título, hacía caso omiso. La polémica no se zanjó hasta dos vueltas del final, cuando el británico se dejó adelantar tras escuchar el explícito mensaje: “Lando, no olvides que no se gana un título sin tu compañero de equipo ni sin tu equipo”.
Verstappen y Red Bull, bajo presión
Max Verstappen no tuvo el mejor día, acumulando errores, aunque en su defensa hay que señalar que él, con sus habilidades al volante, está aguantando la caída de prestaciones de Red Bull. El neerlandés cometió errores importantes y la quinta plaza final fue un mal menor. Saliendo desde la segunda fila tuvo que arriesgar al máximo para superar a los McLaren en la primera curva, pero tuvo que ceder la posición ganada a Norris. Su carrera se complicó con una mala gestión de Red Bull en las paradas, otrora impecables y a cinco vueltas del final tuvo un toque con Hamilton cuando luchaba por el podio. Acabó quinto, pero esos puntos le permitieron ‘salvar’ los muebles con un monoplaza superado en rendimiento por sus rivales.
Verstappen ha ganado siete de las trece carreras disputadas de las veinticuatro que figuran en el calendario, pero su Red Bull se ha convertido en un coche tremendamente frágil y no tiene nada que ver con el que dominó con autoridad en 2023. Tiene 76 puntos de ventaja en la clasificación sobre Lando Norris, que es el segundo en el Mundial y, probablemente, el adversario más fuerte, pero de las últimas seis carreras ‘sólo’ ha ganado dos y siempre con enormes dificultades.
McLaren, especialmente, y Mercedes han mejorado mucho; Ferrari, como es tradicional, vive en un continuo ‘up&down’, subidas y bajadas de rendimiento. Y en Red Bull están estancados en las prestaciones, perdiendo el dominio que ejercían como se refleja en el paupérrimo rendimiento de Checo Pérez. El mexicano es una sombra de sí mismo y, pese a tener contrato para 2025, nadie puede asegurar su continuidad en estos momentos.
El gran salto de McLaren
El dominio que ejercía Red Bull los últimos años, especialmente en el 2023, donde se impusieron en 21 de las 22 carreras, 19 con Max Verstappen y 2 con Sergio Pérez, ha desaparecido. Las luchas internas por el control del equipo de Milton Keynes, la marcha de Adrian Newey y la fuga de otros ‘cerebros’ han provocado que las prestaciones del bólido se estancaran con respecto a la notable mejoría que ha evidenciado la competencia.
McLaren tiene ahora el mejor paquete de la Fórmula 1 y no está sufriendo los altibajos que Red Bull está soportando. El ritmo que han sido capaces de mostrar los McLaren en las últimas carreras, en todo tipo de circuitos y condiciones, ha convertido al equipo de Woking en favorito al título, especialmente en lo que hace referencia a los constructores. McLaren ha emergido como el rival más consistente de la parrilla y puede acabar siendo un problema para Red Bull.
A la hora de analizar el rendimiento del McLaren, cuyo potencial ha aumentado progresivamente y brilla especialmente desde Miami, existe el convencimiento unánime de que ahora es el coche más rápido y donde más se evidencia es al final de los stints, con lo que ello refleja que cuida mejor los neumáticos que sus adversarios. No se le advierten grandes puntos débiles en el apartado de rendimiento, fiabilidad o mecánico, pero sí es cierto que han dejado escapar muchos puntos por fallos en la estrategia y en la gestión de las carreras. Ciertamente, uno tiene la sensación de que el campeonato podría estar mucho más apretado de lo que está. Quedan once grandes premios y los pronósticos, por primera vez en años, permanecen totalmente abiertos.