La caída de Red Bull y Max Verstappen está siendo en picado. Después de ganar tres títulos consecutivos llevan camino de pegarse un batacazo sin parangón, viendo como los rivales mejoran y ellos pierden rendimiento carrera tras carrera.
Red Bull ha dado un espectacular salto hacia atrás en este 2024, pasando de ser el equipo más fuerte de la parrilla al cuarto, como se evidenció el pasado fin de semana en Monza. No es que les haya superado McLaren, que sí, sino que también lo han hecho Ferrari y Mercedes y la enorme ventaja que disfrutaba Verstappen empieza a reducirse de forma alarmante. A este paso lo que era una quimera, que Max perdiera el título, empieza a dibujarse en el panorama.
Lando Norris, segundo en el campeonato, le ha restado al tricampeón 22 puntos en los cuatro últimos grandes premios (Hungría, Bélgica, Países Bajos e Italia) y con ocho por delante todo es posible partiendo de la actual diferencia de 62 puntos. La bajada de rendimiento del Red Bull, que empezó a vislumbrarse en Miami, es cada vez más ostensible y el todopoderoso equipo de Milton Keynes amenaza ruina.
Max Verstappen saluda a Lando Norris / X RED BULL
Acoso y derribo
Están perdidos y ello se evidencia sobre el asfalto. Max Verstappen está limitando los daños, sumando puntos otrora impensables, pero el coche no está a la altura y la competencia se ha dado cuenta de ello. Después de ganar siete de los diez primeros grandes premios, ahora lleva seis sin subir a lo más alto del podio. Su fortuna, sin embargo, es que los seis ganadores de estas carreras han sido diferentes y ello le ha permitido mantener un colchón en la clasificación, que antes nos parecía suficiente y ahora se ha vuelto incluso preocupante.
El RB20 tiene muchos problemas. El coche no está equilibrado y en las rectas de Monza, el holandés no pudo seguir el ritmo del Mercedes de Lewis Hamilton. Cuando se le preguntó a Verstappen cómo va a solucionarlo, se queda sin palabras: “Por desgracia, no tengo un título en ingeniería o aerodinámica, pero creo que di todo lo que pude”.
Al Red Bull no sólo le faltó velocidad en comparación con McLaren, Ferrari y Mercedes en Monza. El equilibrio tampoco era el adecuado, lo que provocó que Verstappen no girara correctamente en algunas curvas. “Ahora tenemos que darle la vuelta y no es fácil hacerlo muy rápido. Espero que si podemos encontrar la solución, el coche se vuelva más manejable”, indicó el campeón.
Verstappen insta a trabajar rápido
“He hablado mucho y ahora depende del equipo venir con muchos cambios en el coche, porque básicamente pasamos de uno de los más dominantes de la historia a uno inconducible en solo seis meses. Eso es raro. Tal y como estamos ahora, somos malos en todas las partes, así que necesitamos muchos cambios. Hay que trabajar mucho, rápido y no desfallecer”, remarca el piloto de Red Bull, consciente que el cuarto título se le está poniendo cuesta arriba.
Christian Horner, director de Red Bull Racing, aseguró que las direcciones de desarrollo que se tomaron fueron las causas del bajo rendimiento. El británico remarcó que “tenemos una desconexión en el equilibrio, que simplemente no está funcionando”, indicando que "en cuanto acabas en una situación así, sufres más con los neumáticos. Intentas solucionarlo compensando y cambias el equilibrio, pero solucionas un problema y creas otro, así que terminas en un círculo vicioso”.
Red Bull se ha pasado los últimos grandes premios tratando de entender qué va mal en su monoplaza, realizando diversos y siguen sin tener respuestas claras, lo que hace que la presión aumente progresivamente. La única solución es entender el problema cuanto antes y encontrar recursos que se puedan introducir. Hay dos semanas antes de la carrera de Azerbaiyán y tras la de Singapur se abrirá un nuevo paréntesis que puede ser determinante para reencontrarse con el coche en una fase en la que el tiempo es trascendental”.
